Vamos a ver un curioso video que data del pasado sábado 17 de julio en los aledaños del Hard Rock Casino de Albuquerque, Nuevo México. En él la policía desaloja a unos activistas religiosos de las cercanías del citado recinto, en el que iba a celebrarse una edición del Rockstar Energy Drink Mayhem Festival. El motivo de tal desalojo: invasión de la propiedad privada.
En la grabación podréis ver como una partida de manifestantes con proclamas tales como “Jesus said go and sin no more”, en lugar de quedarse en su casa rezando o haciendo el bien, van a hacer el tonto a las inmediaciones de un festival de rock. Lo que no entraría dentro de sus planes es que se toparían con el Sheriff del Departamento del Condado de Bernadillo; un señor de sólidas discrepancias religiosas. Primero éste les propone dos vías de elección: o se largan o van a la cárcel. Todo muy educado y de muy buenas maneras. Claro que los señores de las pancartas insisten en que están en su derecho. Ni corto ni perezoso, el sheriff se dirige a la cola del concierto y les suelta un “Eh Tíos, ¿queréis que se queden o que se vayan?” Imagínate la respuesta. Pero hay más. Cuando están desalojando a los infieles del rock por la susodicha invasión de la propiedad privada, uno de los aficionados situados en la cola les espeta a los activistas eso de “¡Slayer!”. Mas parece que ese tono de voz no era el idóneo. De ello debió darse cuenta uno de los chavales que estaba detrás que sin recato alguno soltó un berrido al son de “SLAYEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER YEAH!!!”. ¡Joder! ¡Si Slayer no tocaba!
Tampoco te pierdas cuando nuestro protagonista, este agente de la autoridad de peinado fácil, nos da una lección de ateísmo delante de la cámara antes de aprovechar para saludar a su madre. Eso sí, el último agente ya no es tan simpático, sino que le lo digan al chico que grabó todo esto.
Aquí está:
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