Su último largo, “Carved In Stone”, data de 2008, y supuso precisamente el debut de la nueva formación, es decir, la que tienen ahora: Peter "Peavy" Wagner (bajo y voz), Victor Smolski (guitarra, teclados) y Andre Hilgers (batería).
Lo que vamos a encontrar en “String To A Web” es un álbum muy variado, intentando recolectar el sonido de diversas eras de la banda e incluso recuperando su lado más sinfónico. Pero la cosa no queda ahí: su afán por innovar también queda patente.
La primera pieza, “The Edge Of Darkness”, es de las que mejor encaja en su pasado. Es bastante directa e ideal para abrir. No obstante, está abriendo fuego en esta nueva gira de los alemanes. “Hunter And Prey” sigue esa línea potente; también aúna fuerza con un especial lucimiento por parte de Victor, que se muestra especialmente virtuoso en este tema. El single “Into The Light” es otro en donde retumban los ecos del pasado. Tiene un deje a los discos de finales de los 90 aunque aquí andan considerablemente más melódicos. En “The Beggar´s Last Dime” le dan otro aire a su música por mor de unas guitarras más hardrockeras.
Llegados a este punto, nos topamos ahora con “Empty Hollow”, la primera de cinco piezas hilvanadas que constituyen una pentalogía. Esta primera, es mucho más sinfónica, acorde a los tiempos de la “Lingua Mortis Orchestra”. Aquí se inicia un ejercicio de superación musical que tiene su punto culminante en la instrumental “String To A Web”, en la que sacan a relucir la vena más progresiva de la banda. Continuamos con “Fatal Grace”, que ejerce la función de interludio y que desemboca en “Connected”, un tema de rock melódico, casi AOR. Sí, como lo oyes. Suena raro viniendo de Rage pero la verdad es que no les ha quedado nada mal. Después tenemos un “Reprise” de “Empty Hollow”, con el que pondríamos fin a este tramo especial de diecisiete minutos.
Recuperamos la verdadera independencia de los temas con “Saviour Of The Dead”, que recuerda al “No More Tears” de Ozzy en su arranque y que también tiene un bajo muy marcado. Casa más con las canciones de la era de “End Of All Days”, pero siempre con ese toque diferencial añadido que le dan los punteos de Victor Smolski. El siguiente “Hellgirl” tiene un sonido atemporal en el ya extenso legado de Rage, una pieza típica de Peavy y sus huestes.
La agresividad de “Purified” te retrotraerá a tiempos pretéritos de la banda, justo antes de despertar la faceta más dulce de la voz de Peavy con la balada “Through Ages” y poner el colofón al disco con la melódica “Tomorrow Never Comes”.
Grabado en los Twilight Hall Studios de la mano de Charlie Bauerfeind, la calidad del sonido es toda una garantía para un disco que pretende contentar a fans de distintas etapas a lo largo de catorce piezas que dan para mucho, rescatando incluso, el lado más sinfónico del grupo.
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muy buen concierto en Baraka, conectaron bien y sonó mejor, pero nos dejaron a medias, 1h y 10 min. impropio de estos monstruos. Así vamos mal. La proxima será mejor. Un saludo.
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