A veces te llevas decepciones cuando esperas algo grande, otras alegrías cuando no esperas gran cosa. Lo segundo es lo que me ha pasado a mí con STRYPER. No esperaba gran cosa, y pese a no tener delante un disco celestial, sí que podemos tildarlo justo y necesario.
Mucho tiempo había pasado desde “Reborn”, concretamente cuatro años. En ese tiempo se han sucedido hechos que fácilmente pueden explicar la tardanza de este álbum. Por un lado, a la mujer de Michael se la diagnosticó un cáncer en 2007 justo antes de que la banda se dispusiera a grabar nuevo material, lo que indujo al vocalista a pasar más tiempo al lado de la familia. Tras ser tratada debidamente parecía que todo volvía a la normalidad al recobrar la salud. La enfermedad se reprodujo nuevamente y de forma desgraciada, la señora de Sweet fenecía en marzo de este mismo año víctima del cáncer. Por otro lado, Michael Sweet ha prestado sus habilidades como músico en una gira con los míticos BOSTON, lo que también le ha mantenido ocupado.
En cuanto a lo que respecta al trabajo, Frontiers Records no ha querido perderlo de vista. En lo que respecta a la formación, su line-up se mantiene intacto con los hermanos Sweet, Oz Fox y Tracy Ferrie dando vida a STRYPER.
Abren el disco con un soplo de esperanza para los viejos fans; “Eclipse Of The Sun” recuerda su etapa de los ochenta. Tiene un trasfondo roquero muy plausible y uno de los mejores solos de todo el disco. “4 Leaf Clover” es un temazo que en fases recuerda a la etapa dorada de BON JOVI, pero que en definitiva es uno de los temas que mejor describe el sonido actual de STRYPER, en el que procuran mezclar las etapas de la banda. A lo largo del disco, Michael no sube en los tonos como antaño, mas es verdad que sigue atesorando una voz envidiable y el agudo en la parte final del tema tiene mucha chicha. “4 Leaf Clover” es un tema destinado a convertirse en clásico. Ese tipo de canciones que nunca debería caer en el ostracismo.
Seguimos con el tema que ya anticiparon en 2008 y que no es otro que la versión de BOSTON “Peace Of Mind”. A la larga resulta de los temas más jubilosos del disco. En ella colabora el guitarrista Tom Scholz.
“Alive” es la primera balada del disco, y dicho sea de paso, la mejor. “The Plan” sintoniza con el pasado hard de la banda. Tema accesible con un estribillo melódico y un breve pero excelso punteo de Oz Foxx, que no se prodiga en demasía en esos menesteres durante el transcurso del trabajo. Y de un tema anclado en un hard rock accesible pasamos al no menos accesible y pegadizo “Murder By Pride”. A mi juicio, este tema tiene visos de single clarísimo y pienso que debería haber sido el anticipo. Con él reverdecen la esencia de los clásicos de los 80´s. Es, sin duda, todo un hit.
Llegamos al tramo más sosegado del álbum con “I Believe”, balada un poco ñoña, y “Run In You”, otro corte lento, este un poco más acertado.
Dejando aparte el lado más intimista, nos enfrentamos ahora a los temas que más casan con el concepto de “Reborn”. “Love Is Why” en un medio tiempo propicio para los amantes del A.O.R. Otro tema de los más modernos STRYPER es “Mercy Over Flame”, aunque este en unos parámetros más rockeros, donde Michael tiene tiempo para dar muestras de su poderío. “Everything” también tiene unos aires actuales pero sin perder la esencia del grupo.
Finalmente, las primeras notas de “My love (I´ll Always Show)”, no dejan cabida a la duda; son STRYPER. Las guitarras reciben el mismo trato que antaño en otro guiño al pasado glorioso de la banda. Heavy Metal melódico de categoría para poner la guinda a un disco que atendiendo a su contenido estrictamente musical (y no a sí suena a esto o lo otro) aprueba con nota.
Recalco, en “Murder By Pride” mixturan su sonido ochentero con el más moderno que rezumaba “Reborn” y, aunque es cierto que, según se mire, se puede considerar que hay un montón de medios tiempos, eso no es óbice para contrarrestar la calidad de un álbum. Han buscado ese equilibrio y creo que lo han conseguido. Ahora sólo falta que les des tu bendición, la mía la tienen y por respeto a este disco, en el que por momentos me han retrotraído a la era mágica de STRYPER, me he propuesto no decir “me cago en d…” en una semanita.
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