domingo, 10 de mayo de 2009

MOTÖRHEAD: LOS ORÍGENES.


Hablar de Motörhead es hablar de Ian Fraiser Kilmister (24-12-45), más conocido como Lemmy. Esto no ha de restar importancia a la contribución de músicos que han acompañado a este carismático bajista, algunos de los cuales se han mantenido a su lado largas temporadas.

Los albores de Lemmy en la música se remontan a bandas sesenteras como Opal Butterfly, Sam Gopal y Rocking Vicars. Eran tiempos en los que el blues empapaba su vida e intentaba destacar como guitarrista a la vez que también tocaba la harmónica, instrumento de importante presencia en ese estilo de música.


Antes de formar parte de la mítica banda británica Hawkwind, Lemmy había sido roadie del grupo The Nice y de la banda de Jimi Hendrix durante unos seis meses en 1967. Nuestro protagonista recuerda que los tiempos al lado del astro de la guitarra "fueron muy confusos porque siempre estábamos de tripi. Vino a Inglaterra y estaba aquel tipo llamado Owsley Stanley III. Era uno de esos tipos que tenían un laboratorio y le dio a Hendrix unas diez mil tabletas de ácido. Por entonces era incluso legal. Hendrix las puso en su maleta y las repartió con su crew que éramos dos. Tuvimos el mejor ácido del mundo durante 1967 y la mayor parte de 1968". Después de su experiencia al lado de Hendrix estuvo un tiempo trapicheando con drogas.


Pero es en verano de 1975 cuando comienza a labrarse la auténtica historia de Motörhead. Poco antes, Lemmy era desterrado de Hawkwind, después de que fuera detenido por posesión de drogas cuando el vehículo de la banda viajaba desde Detroit a Toronto. En ese trayecto, los sicarios de la ley y el orden del Canadá le intervinieron varios gramos de sulfato de anfetamina (speed), así como la cocaína suficiente para que le diera la sombra durante un par de días. Lemmy hacía memoria: "Dos días estuve en prisión. Hawkwind me sacaron porque mi sustituto no llegó a tiempo. Para vengarme me tiré a sus mujeres al volver a Inglaterra (risas)". Era el fin de Lemmy en Hawkwind y el inicio de una nueva aventura.


Una vez solventados sus problemas con la justicia canadiense y con las puertas de Hawkwind abiertas de par en par (para que se fuera, obviamente), Lemmy regresa a Inglaterra con la idea en mente de formar una nueva banda que fuera en una onda MC5, con el espíritu añadido de Little Richard y con reminiscencias de los propios Hawkwind. El primer nombre de la banda fue Bastard, pero el manager se empecinó en que con ese apelativo lo tendrían crudo para salir en televisión, algo indispensable en la época para darse a conocer. Finalmente el grupo se llamó como el último tema que Lemmy compuso para Hawkwind: Motörhead. Los compañeros de viaje de Kilmister fueron Larry Wallis (ex-Punk Fairies y UFO -antes de que llegaran a grabar nada-) como guitarrista y Lucas Fox como batería.


Cuatro meses después de juntarse, se producía el debut sobre las tablas de la nueva banda en el Roundhouse de Londres (20 de julio de 1975), donde Lemmy y los suyos (aún con el nombre de Bastard) abrieron para la banda sinfónica-progresiva Greenslade. Desde el principio ya se barruntaba que habían nacido para armarla y es que en esos inicios no se les ocurrió otra cosa que dar arranque a sus bolos con una introducción en la que se reproducía el desfile del ejército nazi al grito de "Seig Heil!".


La banda continuó la historia dando diecinueve conciertos más por Inglaterra llegando al punto culminante del desatino cuando abrieron para Blue Oyster Cult, que debutaban en suelo europeo. Ted Carroll lo recuerda de este modo: “¡...era su gran oportunidad!... y ellos lo convirtieron en el desatre definitivo. Salieron a escena sin haber probado, y el técnico de sonido se vio tan sobrepasado que no se le ocurrió otra cosa que anularles los monitores para intentar mitigar aquella avalancha sónica, así que la banda no oía lo que tocaba y tuvo que poner sus amplificadores al once...”. Lo que podía haber supuesto el despegue del grupo se convirtió casi en su funeral.


Tras ese show, la prestigiosa publicación inglesa Sounds se inspiró en ellos para crear un nuevo apartado en la revista. Era la sección de "Mejor peor banda", en la que los redactores se despacharon a gusto con Motörhead. Lemmy y los suyos se adjudicaron tan dudoso honor y de paso la vida de la banda se alargaba tres meses más. Por fortuna para futuras bandas, la susodicha sección sólo tuvo cabida en la revista ese año.


Aún sin disco y ya con los pies en la ciénaga... Paradójicamente, sus 'queridos' Hawkwind fueron los que echaron una mano ya fuera directa o indirectamente. Éstos, hastiados de United Artists, no pensaban en otra cosa que dejar la compañía, mas el contrato por un disco más les cercenaba las alas de la libertad. La solución que tomaron fue concederle los derechos de ese futuro álbum a Lemmy. Ahora éste, no podía dejar pasar la oportunidad.

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