Continuamos con la historia de la ruptura interna en
QUEENSRYCHE basándonos en la versión
del guitarrista Michael Wilton, versión que
casa con la de sus compañeros Eddie
Jackson, Scott Rockenfield e
incluso con la del último guitarrista Parker
Lundgren.
Tienes
la primera parte en Heavy
Metal Fire.
Definitivamente,
QUEENSRYCHE perdía caché y
necesitaba hacer recortes. Scott
Rockenfield procuró deshacerse de un autobús y despedir a algunos miembros
del personal pero este hecho incomodó a Tate ya que “él era muy feliz viajando
con sus amigos”. La banda ahorró 35.000 dólares. Todo comenzaba a ir mejor,
exceptuando que al vocalista “le fastidiaba
no haberse salido con la suya”. Asimismo, la desconfianza por parte del
resto de la banda en los métodos gestión de la misma era cada vez más
acentuada.
Wilton revela que fue
ya en el año 2012 cuando la animosidad comenzó seriamente. “No había comunicación de la mánager Susan Tate con el resto de la banda, no se contrataban actuaciones, no había
noticias de Geoff Tate en la página
web… Nos dejaron a nuestra suerte. Cada vez se contrataban menos shows y cada
vez había menos dinero para el resto de la banda. Geoff estaba de gira con su banda en solitario y fue el principal
foco de atención”. En ese momento el resto de la banda tampoco estaba
conforme con la empresa que llevaba el merchandising del grupo, por lo que
buscó alternativas y estuvo recopilando información de otras empresas. Es
cuando se propuso una nueva opción a Geoff
Tate en una reunión en la que irremediablemente tuvieron que estar presentas
su esposa, su hija y el contable del grupo. “El
contable nos mostró los ingresos de los últimos cinco años, para ver todo el
dinero que habíamos hecho, pero nosotros queríamos saber cuánto nos habíamos
gastado. Sugerimos una reestructuración del merchandising y del club de fans”.
El resto de la banda sentía cómo se podían hacer las cosas de manera más
eficiente. Por ello, se trató de negociar con otras compañías de merchandising.
En esa reunión se acordó elaborar una serie de cuestiones de cara a las nuevas
negociaciones, en las que todos participarían y en las que todos estarían
presentes en las conversaciones a la hora de cerrar los tratos. Todo el grupo.
Pero el pacto se incumplió. “Tras enviar
un e-mail mostrando mi inconformidad por no haber sido incluidos en las
llamadas de negociación, fuimos atacados personalmente por Geoff Tate, ya que consideraba que si habíamos hecho las llamadas
iniciales sin su presencia, él podría hacer ahora lo mismo con nosotros. A
pesar de que esas primeras llamadas se hicieron a modo de investigación y para
recabar información, y todos estábamos de acuerdo en que las próximas llamadas
las haríamos como un grupo. Luego nos amenazó con emprender acciones legales
contra nosotros, así como cancelar todos nuestros futuros conciertos. Incluso
llegó a decir en un mail, ‘Esto no es un negocio, esto es personal’”.
También, Wilton afirma que Tate les negó el acceso a las cuentas
del grupo. Es entonces cuando se propone una nueva reunión con ciertos aspectos
a tratar. Pese a que Tate estaba
realizando su gira en solitario y que sería difícil cuadrar una fecha para el
debate, finalmente se concretó un encuentro.
“En ese momento, todos recibimos un e-mail y una carta de un abogado que
representa al Sr. y la Sra. Tate,
diciendo que ellos no se encuentran disponibles para ese día y que por favor, volviéramos
a programar la reunión para una fecha en la que ‘ellos’ pudieran participar.
Nos quedamos sorprendidos de que esto nos lo notificara un abogado, así como
entendimos que en la reunión debía estar incluida Susan Tate. Por eso Geoff no
acudió a la reunión, porque su esposa se encontraba aún en Europa”. Pero
para más sorpresa de la banda, Wilton
explica que: “También nos dijeron por
e-mail que esa reunión no era válida, lo cual también nos sorprendió, ya que
todas las solicitudes de reunión las habíamos efectuado o por e-mail o por
teléfono en el pasado. Y no sólo eso, Geoff
había respondido al e-mail, lo cual supone que había recibido la
notificación”.
Lo
siguiente es cuando Scott Rockenfield
recibe una felicitación por el acuerdo alcanzado para que la trama de “Operation: Mindcrime” fuera llevada al
cine. “Scott se puso en contacto conmigo y con Eddie Jackson para ver si sabíamos algo de esto. ¡Estábamos tan
sorprendidos como él!”. Tampoco se puso en conocimiento de Chris DeGarmo, ni tenía ni idea de este
trato, siendo él uno de los principales compositores y contribuyentes al
esquema de la historia. Aun así, esta maniobra que parecía de lo más brillante
para la banda, lo es más para una pareja que ahora ya barre exclusivamente para
casa. “Pregunté a nuestro abogado si esos
fondos iban a ser distribuidos a la banda y me informó que eran sólo para Geoff Tate. “Operation: Mindcrime” pertenece a todo el grupo. ¡Estábamos
atónitos!”.
La
reunión de la banda continuó como estaba prevista, pero sin Geoff Tate. Se tomaron varias decisiones,
como trabajar con la empresa de merchandising TinMan o prescindir de personal. “En un momento de la reunión, acordamos que teníamos que dejar de lado nuestro club de fans y el personal de la oficina de la merchandising, que incluía a Miranda Tate y a Susan Tate, ya que no nos serían necesarias”.
“El siguiente tema debatido en esta reunión fue la gestión. Durante años ha habido discusiones y la desacuerdos dentro de la banda sobre las decisiones tomadas por la dirección actual
y sentíamos que Susan Tate no estaba trabajando en el nombre de la banda en todo
su conjunto, así como que había tomado decisiones que consideramos
degradantes para lo que es la banda y lo que somos como banda”. Es cuando se
vota despedir a Susan Tate y se
acuerda hablar con otros equipos de management que mostraran interés en el
grupo. “Nos pareció que tanto la votación
como los acuerdos alcanzados en la reunión fueron legítimos y que
Geoff Tate eligió por su propia voluntad no asistir a la misma, a sabiendas de lo que
estábamos discutiendo. Éramos mayoría
en la votación. La reunión fue
grabada y las transcripciones de
las actas de esa asamblea fueron
enviadas a Geoff
Tate, Susan Tate y Sussman Neil. Al día siguiente salimos
para nuestro show en Brasil”.
“El mismo día de nuestro show en
Brasil, Geoff Tate pidió una
reunión antes del show. Estuvimos
de acuerdo en reunirnos antes de la
prueba de sonido. Todos decidimos que lo mejor era grabar la reunión. Se preguntó por qué se despidió
a Susan Tate y qué era lo que queríamos. Dijimos
que ya no estábamos interesados en Susan Tate como mánager y que queríamos un nuevo representante. Me preguntó si teníamos a
alguien en mente y le dijimos que estábamos en conversaciones con AGPS (con quienes ya
propuse que habláramos en 2010) pero que
aún no habíamos acordado nada. Luego nos preguntó
sobre que nos parecía que él hubiera vendido los derechos de “Operation: Mindcrime”. Nos dijo:
“Habéis congelado mi dinero”. Nosotros expresamos nuestro sentimiento de que
esto se había hecho a nuestras espaldas y que como nosotros éramos parte de la
creación de “Operation: Mindcrime”,
nos parecía que esto era un asunto de la propiedad intelectual y que era
necesaria la intervención de un abogado. Geoff
Tate dijo que no tenía nada
más decir, se levantó, y caminó
hacia la puerta, y luego dijo: “Que
tengáis un buen show”. La reunión fue breve. No volví a ver a Geoff Tate hasta que estábamos en la
parte trasera del ascensor en el
hotel (en donde él no me dijo
nada y yo no le dije nada a él),
y luego cuando estábamos en el vestíbulo
antes de entrar en la furgoneta que
nos llevaría al concierto. Geoff Tate decidió
quedarse en el bar en lugar de ir
con la banda y llegó más tarde. La próxima vez que lo vi fue cuando estábamos caminando por el escenario con nuestro tour manager”.
Michael Wilton cuenta que en las horas previas a su actuación, mientras preparaba su
equipo, escuchó un ruido: “Miré y Geoff había tirado la el kit de batería
al suelo y estaba escupiendo a nuestro batería, Scott Rockenfield, y gritándole obscenidades”. Entonces, Wilton explica que se apresuró a ayudar
a colocar la batería cuando Tate le
espetó lo siguiente: “Hey Mike, ¡que tengas
un buen show!”, justo antes de que el cantante le escupiera en la cara y
continuara, esta vez, profiriera su retahíla de insultos hacia él. “Yo me estaba secando con la toalla, se
acercó a mí y cuando no miraba me pegó un puñetazo en la cara. El golpe también
causo impacto en mi ojo derecho donde tenía puesta una lente de contacto”.
Como consecuencia de esto, Wilton trató
de colocarse la lente que le permitiera ver, pero Tate continuó insultándole y zarandeándole: “¿Qué, ahora vas a llorar?”. Es entonces cuando Rockenfield interviene pidiendo al
cantante que alejara de Michael,
pero según explica el propio guitarrista el intento fue vano: “Me lanzó otro puñetazo, pero yo me agaché,
entonces el golpe se lo llevó Rockenfield
en la cara (por la zona de la boca). Scott
Rockenfield le dijo que salieran a la parte de atrás y entonces Geoff Tate le pegó otro puñetazo. En ese momento, nuestro tour manager, Fozzy
O'Hare, se llevó a Geoff Tate”. Wilton continúa contando que seguidamente fue ayudado por uno de los técnicos de
guitarra, Kenny Bender, ya que aún no podía ver con claridad. Pero
nuevamente entró Geoff Tate en escena llamando “marica” y “llorón” al
lastimado guitarrista. Tanto el personal de seguridad como la crew de la banda
estaban completamente estupefactos ante el irracional y violento comportamiento
del cantante del grupo. Mientras, Michael
Wilton limpiaba con una toalla los escupitajos de su guitarra, al tiempo
que Geoff Tate seguía como loco intentando sortear a los miembros de
seguridad. Finalmente, Fozzy O'Hare logró llevárselo de ahí. “No estábamos seguros, si continuar con el
show o cancelarlo, debido a la violencia de Geoff Tate”, comenta Wilton. Fozzy O'Hare indicó que Tate
se había calmado y estaba listo para continuar con el concierto. No en vano, Gino
Bishop (técnico de guitarra de Wilton)
colocó un miembro de seguridad al tanto de Geoff Tate y otro al cuidado
de Scott Rockenfield por lo que pudiera pasar.
“Geoff Tate retrasó el espectáculo
unos 20 minutos más e intentó que
se cancelara. El resto de la banda fue profesional y comprometida con la actuación, no como Geoff Tate que
estuvo escupiendo a Scott
Rockenfield durante todo el show y le estuvo arrojando agua a mi equipo entre las
canciones”, explica Michael Wilton, quien deja entrever que no sólo la cogió con el
resto de la banda, sino que también trató de entorpecer la actuación.
Muy interesante ¿Me podrías indicar la fuente original?
ResponderEliminarMuchas gracias.
Cabronazo geoff tate... no me imaginaba eso de el
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