Bandas llamadas Legion tenemos varias. Estos son del país de Drácula, se formaron en 1994 y tras grabar una sucesión demos lograron editar su primer disco, “Marfa”, en 1999. Poco se supo de ellos después a nivel discográfico. Realmente, no se supo nada. No es hasta este mismo año que retornan con “Black Underground”, tras un decenio de silencio y de ostracismo.
El cuarteto lo componen Rudolf “Rudi” Stauder (voz), Otto Ullmann (guitarra), Csaba Szöllösy (bajo) y Cosmin Cadar (batería).
“Descent”, el primer tema del álbum, ya nos imbuye en la propuesta de este combo rumano. Thrash Metal muy arrimado al hardcore y con algún gesto progresivo. Si escarbamos en la memoria, esta banda poco o nada tiene que ver con el sonido de la Bay Area pero quizá si tenga algo que ver con Voi-vod, por esas ganas de salirse de los esquemas preconcebidos. No obstante, “Never Give Up” rezuma la esencia de un Thrash Metal más de corte clásico. “Sick World” de nuevo mixtura el sonido de los Sepultura más thrashers con el metal más moderno y “Why” camina iluminado por los focos de un metal más vanguardista.
En “Dissent” dan forma a una pieza más conspicua al Thrash clásico. Quizá te puedan recordar a Sepultura, aunque estos Legion son más progresivos. En esa misma tesitura tenemos el siguiente “Nemesis”.
El esfuerzo de Legion por sonar frescos y actuales se vuelve a notar en “Survival”, pero donde dejan entrever un trabajo más enfocado hacia la innovación es en “Black Underground”, un ejercicio de Thrash Metal de hondo calado progresivo. Rematan el disco volviendo a sacar su vena más actual con “Prison Cell”, muy en la onda de bandas como Machine Head.
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