Jaded Heart es una banda que pese a su veteranía y su impecable legado musical no termina de alcanzar el lugar que le corresponde por méritos propios. Decir que la nueva formación de Jaded Heart ya está consolidada, sobra a estas alturas. Prueba de ello es el pedazo de disco que nos han vuelto a regalar, superando con creces a su predecesor “Sinister Mind”.
Su sonido vira cada vez más hacia el Heavy Metal descuidando un poquito más esas virtudes hardrockeras que siempre han atesorado. Tras una “Intro” que nos invita a ‘bailar’ irrumpe “Love Is A Killer” (nada que ver con el clásico de Vixen), apertura idónea; un tema fuerte de hard melódico, con unas excelsas guitarras, un potente estribillo y unos fenomenales coros.
“Fly Away” lleva por bandera el riff más contagioso del disco y el toque justo de teclados. Otro de los temas donde el Heavy Metal tiene más que decir en este disco. Y esa garra, esa fuerza con la que han querido dotar a este disco, se mantiene en el siguiente “Blood Stained Lies”, demostrando una vez más que Jaded Heart trabaja los coros como nadie. Esto, sumado a una fabulosa producción nos lleva a un impecable resultado.
“Tonight” es un poderoso medio tiempo con un estribillo más propio de una balada, que también les ha quedado expléndido. “Freedom Call” es uno de los más directos del CD, más cercano al power, con unas grandes melodías y exuberante de fuerza. Este tema, por momentos me recuerda la etapa ochentera de Yngwie, sobre todo por el estribillo. Falhberg también demuestra que encajaría en las composiciones del maestro sueco. Además, hay que decir Ostros no va de correcaminos del mástil pese a que esté fabuloso en todo el álbum, mostrando también dotes de virtuosismo.
“One Life One Death” es la balada del disco, ochentera a más no poder y en el sonido de esa década nos quedamos para describir “Rising”, una de las canciones más hardrockeras del álbum. “Hell Just Arrived” se inicia con unos interesantes teclados sirven de colchón a unas guitarras que emergen para dar empaque y fuerza a un medio tiempo exquisito.
Volvemos al hard rock con “Psycho Kiss”, tema que presenta unas guitarras muy heavys. “Come To The Feast” nos lleva de nuevo a la década dorada del metal pudiendo recordarte a Van Halen por esas guitarras o a unos Toto más endurecidos. “Exterminated” es la pieza que corona el fin del disco a base de Hard & Heavy marca de la casa.
Johan Falhber en su tercer disco ya con la banda, hace por completo olvidar a Michael Bormann, postulándose como la voz. Pete Ostros se sale con la guitarra, sus solos son fantásticos, y los toques precisos de teclados de Henning Wanner hacen que en este disco todo encaje en su justa medida. Un pedazo de álbum que se completa con la siempre presente base rítmica compuesta por el tándem que configuran Michael Muller (bajo) y Alex Kruse (batería), únicos supervivientes de los inicios de Jaded Heart.
Sin duda, otra de las piezas maestras dentro del hard & heavy melódico, que se han facturado este año.
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