miércoles, 14 de octubre de 2009

W.A.S.P. "BABYLON" (2009). Review by Heavy Metal Fire.


Blackie Lawless continúa en su cruzada por mantener vivo el nombre de W.A.S.P. con un nuevo episodio en su trayecto discográfico. Sus compañeros actuales de andanzas son, recordémoslos, Doug Blair (guitarra), Mike Duda (bajo) y Mike Dupke (batería). Este, su nuevo álbum titulado “Babylon”, lo edita el sello Demolition Records.


“Crazy” es una ideal apertura, puro W.A.S.P. (da un tufillo a “Child Child” en primeros acordes) traducido a un buen tema que quedará como uno de los más destacables de esta nueva entrega. Del mismo modo se presenta “Live To Die Another Day”, pero éste parece tener la vista puesta un poco más en las composiciones de “The Crimson Idol”, sobre todo por el tratamiento final de las baterías. Pero sin duda, si hay un tema que parece extraído de ahí ese es “Babylon´s Burning”, que curiosamente es el mejor tema del disco.


A mitad de trayecto de lo que se supone un disco conceptual que trata sobre los cuatro jinetes del Apocalipsis nos plantan un cover del “Burn” de Deep Purple, toma ya. Lo cierto es que no les queda mal.


Después de ese alto en el camino, retoman el hilo con “Into The Fire”, una balada en la que la voz del señor Lawness recuerda a Meat Loaf y que se queda en un intento de que la llama compositiva ilumine un pasado glorioso. En la misma tesitura está “Thunder Red”, otra evidencia por rescatar el sonido y el poder de las grandes canciones de la banda pero que a fin de cuentas no termina de enganchar. Suena a W.A.S.P. pero le falta magia.


“Seas Of Fire” es una pieza claramente enfocada hacia el directo. Los W.A.S.P. de la segunda mitad de los ochenta podrían haber firmado perfectamente un tema así. El último tema propio se llama “Godless Run”, una balada bastante normalita. El rock n´ roll se adueña de la música de los chicos de Lawless con la versión del tema de Chuck Berry “Promise Land”. Y así se acaba lo que se daba.


Cuando un disco se compone de nueve cortes y dos de ellos son versiones, la realidad nos deja con tan sólo siete temas de cosecha propia. En ellos encontramos que W.A.S.P. mantiene su sonido clásico que, a veces con mayor y otras con menor fortuna, es en definitiva lo que los fans esperan de ellos.


Un álbum que se mueve entre intentos vanos de recuperar la gloria de un sonido pasado y algún que otro convincente ejercicio de sempiterna calidad musical que atisba vida en la nave de W.A.S.P. Destacar la labor guitarrera de Doug Blair, que está excelente a lo largo y ancho de todo el disco.

1 comentario:

  1. La verdad es que el disco me ha gustado mucho. Desde finales de los 80 no prestaba mucha atención a WASP y me ha asombrado muy gratamente este disco, Si, suena a los viejos WASP pero el trabajo de Blair rompiendo las canciones al final con su guitarra es de mucha calidad. El tema de arranque, crazy, merece todo el disco.
    Buen blog, te seguiré. Un saludo

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