Octavo capítulo u octavo disco (como prefieras) de los teutones Metalium desde que irrumpieran como elefante en cacharrería allá por 1999 con su aplastante disco debut. ”Grounded – Chapter Eight” (Massacre Records) viene a consagrar al conjunto alemán como quinteto, quedando como sigue: Henning Basse (voz), Matthias Lange (guitarra), Tolo Grimalt (guitarra), Lars Ratz (bajo) y Michael Ehré (batería).
Ponen las cartas encima de la mesa a ritmo de una pieza llamada “Heavy Metal”. “We are heavy metal if you don´t like it fuck you”, son las primeras palabras de una canción y de un disco que no hace falta recalcar de qué va. Soy de los que piensa que cuando un grupo se decanta por titular un tema con el “Ábrete Sesamo” de nuestros corazones debe estar convencida de que hay algo grande detrás. No es el caso, Metalium tiene tropecientas canciones mejores que esta. Seguimos con “Light Of Day”, un tema con un toque más actual que pasa por el magnífico tratamiento de las guitarras como su principal baza.
“Pay The Fee” es puro Metalium, ideal para encarrilar un disco por el sendero que conduce al Valhalla metálico a lomos de un sonido más poderoso y clásico, con Henning haciendo de las suyas. Aún así, comprobamos que en la grabación en general el fenomenal vocalista ya no abusa de agudos tanto como antaño y eso se echa de menos. “Pharos Slavery” es un medio tiempo místico muy en consonancia con composiciones añejas de la banda tipo “Odin´s Spell” que, de facto, tiene reminiscencias de ese tema.
“Crossroad Overload” es una de las piezas que más me ha convencido de este álbum. Ese saludable toque ochentero en las guitarras casi a lo Dokken (“Dream Warriors”) planta a Metalium en una diferente dimensión siempre contigua y pareja al Heavy Metal más clásico.
“Falling Into Darkness” es más rápido; Heavy fuerte y aguerrido, donde la presencia de dos guitarristas se vuelve a dejar notar. Nuevamente, “Alone” encuentra su valía en el estupendo juego de guitarras, más la siempre genial interpretación vocal de Basse.
A medida que discurre la grabación nos vamos percatando de que han mejorado bastante tanto en producción como, una vez más, en la conjunción de guitarras que ahora se traen gracias a la incorporación de un nuevo músico. Pero tristemente, la mayor parte de los temas no tienen esa magia, ese encanto y ese enganche que mora en la idiosincrasia de Metalium.
“Borrowed Time” es un medio tiempo fuerte con aroma a balada. “Once Loyal” es de lo más potente y rápido del disco; Power Metal total a doble bombo. Terminan con “Lonely”, un tema que se cimenta sobre un riff de lo más metálico. Y así nos vamos con un agridulce sabor de boca.
Haciendo un breve análisis, concluimos que apenas han modificado su sonido y siguen con ese estilo característico de entender el Heavy Metal. Su anterior entrega (“Incubus – Chapter Seven”) fue una obra maestra en toda regla y no sirvió para colocarlos en la primera división del metal. Digamos que pasó bastante desapercibida. Este nuevo álbum, que está por debajo en cuanto a calidad, ni te cuento. De todos modos, todas las bandas tienen altibajos o momentos más pobres en cuanto a composición. Esperemos que sólo sea este disco. Es posible que sea muy exigente con una banda como Metalium por el mero hecho de que es de mis favoritas, pero es como lo siento. Esperaba mucho más.
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