Seis años después de “End Of Infinity”, regresa ROUGH
SILK. Como sabiamente su título indica, este disco es un nuevo comienzo
para la banda de Ferdy Doernberg,
que aparte de cantar y tocar, también se encarga de la producción de un álbum
que coincide intencionadamente con la conmemoración del 20 aniversario de la
banda. Dockyard 1 Records ha querido
dar salida a un disco que, como explicaré a continuación, es difícil de
digerir.
Los acompañantes de Ferdy Doernberg (voz, teclados y guitarras) son Mike Mandel (guitarra), André Hort (bajo) y Alex Wenn (batería).
El primer tema del álbum, “Temple Of Evil”, alberga un lugar para la esperanza. Un medio
tiempo enorme con unos trabajo coral sobresaliente en toda su crudeza y con
unas leves reminiscencias de U.D.O. /
ACCEPT. Esta canción es, sin lugar a dudas, lo mejor del trabajo. Un
fulgurante impacto inicial que se diluye rápidamente pese a la decencia musical
que reúnen los dos siguientes cortes, “Home
Is Where The Pain Is” y “Reborn To
Wait”, sobre todo este último. Pero ya vas notando que hay algo que no
termina de encajar. Y me remito a la voz de Ferdy.
Pasemos al análisis de temas restantes, que son unos
cuantos: “The Roll Of The Dice” es
una especie de intento de tema a lo SAVATAGE,
pero resulta demasiado pesado. ¿“When
The Circus Is Coming To Town”? Cualquier tema de RAMONES es mejor que esto. “Sierra
Madre” rezuma el aroma de las bandas sonoras de westerns mixturándose con
sonidos ‘thrashers’. Un experimento en toda regla que no termina de resultar. “A New Beginning” tiene unos coros
embrutecidos en conjunción con sonidos más actuales. Como diría Amy Winehouse: ‘no, no, no’. “Warpaint” tiene un toque más thrash,
una composición que con otra voz podría tener su encanto. “Black Leather” te podrá recordar al “Denim And Leather” de SAXON
o al “Take On The Word” de JUDAS PRIEST por su estribillo. Digamos
que es una mezcla de ambos. “We´ve Got A
File On You”, sorpresivamente, es un corte festivo. Todo un cagajón de
corte punkarra. “Deadline” deja
recuerdos dándose un aire al “Princess
Of The Dawn” de ACCEPT en
ciertos compases, mientras que “We All
Need Something To Hold On To In This
Life”, ya es lo que faltaba; un tema lento, la balada que una vez más, con
otro cantante pues mira, pero con éste como que no, lo mismo que “A Song For Hilmer”, otra balada, esta vez a piano, con la que terminan de
rematarnos.
En definitiva, poca chicha y mucho que arrumbar en un
disco cuyos destellos cualitativos se ven ensombrecidos por la voz de Ferdy Doernberg. Él mismo destruye lo
que crea. Soy de la opinión de que debería buscar un cantante. Ganaría mucho la
banda. Desde que Ferdy se empeñó en
que también podía ponerse tras el micro el grupo ha perdido enteros, y este
álbum es una prueba irrefutable de ello.
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