Ahora que JUDAS PRIEST se viene despachando a gusto interpretando entero su
celebrado “British Steel” (el año
que viene será habitual para conmemorar su 30 aniversario) en algún que otro
show de su gira americana, también vienen con la intención de obsequiarnos otro
álbum más en vivo. ¿El aliciente? Pues que los canciones que contiene nunca han
sido registradas para un disco en directo de la banda inglesa.
Los
temas han sido recogidos durante las giras que ha hecho la banda entre 2005 y
2008. Digamos que han pellizcado los mejores momentos.
El
listado es el siguiente:
-Judas
Rising.
-Hellrider.
-Between
The Hammer And The Anvil.
-Riding
On The Wind.
-Death.
-Beyond
The Realms Of Death.
-Dissident
Aggressor.
-A
Touch Of Evil.
-Eat
Me Alive.
-Prophecy.
-Painkiller.
La
producción del disco ha pasado por las manos de Martin Walker y Brian
Thorenene, y más tarde por las de un viejo conocido de la banda, Tom Allom, artífice del sonido de JUDAS PRIEST durante la década de los
ochenta, así como productor de su primer disco en directo “Unleashed In The East” (1979). Ya sabemos lo que tienen los discos
en vivo cuando son revisados por gente como esta.
Definitivamente,
estamos ante un disco susceptible de adquirir significaciones diversas: que son
las canciones que mejor se adecúan a las posibilidades vocales actuales de Halford (no pienses en “Painkiller”, que suele destrozarla),
que un disco en vivo con temas que nunca se han registrado en esa tesitura es
un regalo para los fans, que es un modo de calmar las ansias de los seguidores
ante el hambre de un nuevo disco que se prevé tardará en salir o que es un modo
de que Sony Music se embolse algo de
dinero fácil. Me quedo con que es un compendio de todas esas cosas.
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