“30 Years Of
American Metal”:
atrayente eslogan para la nueva gira de LIZZY
BORDEN, cuyo tramo europeo, casualmente, fijaba a Madrid como punto de
partida. Por el motivo que sea, era la primera vez que la banda norteamericana
se presentaba en la capital. Este hecho, unido al de la efeméride a la que
hacíamos mención, podría vaticinar una más que aceptable asistencia. Además, el
concierto estaba previsto inicialmente para We Rock, cambiándose posteriormente
a un local de mayor capacidad como es Caracol. Todo parecía indicar que luciría
un buen ambiente, pero la realidad es bien distinta: otra sala que no consigue
completar ni medio aforo.
La
banda de hard rock madrileña fue la encargada de abrir para LIZZY BORDEN en la capital. En la
actualidad se encuentran a las puertas de editar su segundo trabajo, y aunque éste
aún no estaba a disposición del público, no dudaron en presentar muchos de los
temas que lo componen.
En
base a esas intenciones no tardaron en abrir fuego con “Bitches House”, tema que será su nuevo single y que pronto estrenará
un videoclip promocional de apoyo. “Get
Down To Get Higher”, o algunas de las canciones más memorables de su primer
trabajo como “She´s Ready To Lick” o “Don´t Tell Me Who I Am”, también se
citan en esta orgía de hard rock ochentero americano “made in Spain”.
El
cuarteto presenta sus credenciales con buen tino. Su vocalista, Guillermo Starless, cuya voz me
recordaba a ratos tanto a la de Eric
Martin (MR. BIG), como a la de Jeff Keith (TESLA), se desenvuelve perfectamente en
las tareas vocales mientras ejerce de guitarrista, como también despunta con
efectivos solos de guitarra. El resto de la banda le arropa a la perfección.
Como
decía, su apuesta por el nuevo álbum fue escandalosamente firme. Así sonaban “Justified Aggression”, “Just Fight” y “Price Of Ectasy”, recibiendo una calurosa acogida. Su nuevo disco
deja visos de tener un buen potencial dentro de ese estilo musical que
defienden, tan poco habitual por estos lares, pero en el que ellos se mueven
como pez en el agua. Sólo hay que escuchar el cañonazo de versión que se
marcaron con el “You Could Be Mine”
de GUNS N’ ROSES, una canción que ya
venían tocando en vivo y que les quedó de lujo. Y para terminar, qué mejor que “Afire”, el tema que fue single de “Powerful As Its Name” y él más
conocido que de su repertorio hasta la fecha, dejando claro quiénes son SEXPLOSION.
Si
te mola el rollo sleazy, en particular, o el hard rock, en general, no dudes en
acercarte a verlos si tienes la oportunidad. No te arrepentirás.
Setlist SEXPLOSION:
-Bitch House
-Get Down To Get Higher
-She´s Ready To Lick
-Don´t Tell Me Who I Am
-Justified Aggression
-Just Fight
-Price Of Ecstasy
-You Could Be Mine (GUNS N’ ROSES)
-Afire
-Get Down To Get Higher
-She´s Ready To Lick
-Don´t Tell Me Who I Am
-Justified Aggression
-Just Fight
-Price Of Ecstasy
-You Could Be Mine (GUNS N’ ROSES)
-Afire
Gregory Charles
Harges,
artísticamente conocido como Lizzy
Borden, aparecía por primera vez en un escenario madrileño acompañado por
el guitarrista Ira Black, el bajista
de origen sueco Marten Andersson, y
el batería Joey Scott Harges que,
aparte de ser hermano del líder es, junto a él, el único superviviente de la
formación original de LIZZY BORDEN.
Treinta años después la banda sigue en la brecha.
Su
repaso a una discografía que comprende seis discos de estudio comenzó con “Master Of Disguise”, evidenciando
desde el principio que el atrezzo también juega un papel importante en las
actuaciones del grupo. El vocalista presentaba una máscara de tres caras que
mantuvo en las primeras canciones. Rápidamente suena “Notorious”, que Lizzy
cantaría asiendo un bate de beisbol que le acompañaría en algún tema más. “Welcome to 30 years of american metal”
es el grito que profiere antes de dar comienzo a “Roll Over And Play Dead”. Se agradece un tema como éste, que no es
de los más habituales en sus repertorios, pero quizá se estaba echando de menos
el apoyo de un segundo guitarrista. Sin embargo, la banda estaba dando la
talla.
Se
produce un nuevo cambio de atuendo en el cantante. Ensangrentado y ya sin la
careta inicial afronta un correctísimo “Rod
Of Iron”, cuyas notas iniciales son gloria bendita. Ahora juguetea con una
calavera e insta al público cantar los coros finales del tema.
Me
sorprendió bastante que el público estuviera un tanto frío en muchas fases,
quizá con la cabeza puesta en pensar que había que estar pronto en casa al ser
jueves, el caso es que cosas como “Eyes
Of A Stranger” ayudaban bastante a caldear el ambiente. No así con el tema
de los solos (todos ellos para que Lizzy
cambiara sus ropajes), que parecía producir el efecto contrario. El primero de
ellos, a cargo del bajista, terminaba con la interpretación de las notas del
tema central de la serie de televisión sueca “Pippi Langstrumpf” (aquí, “Pippi
Calzaslargas”), las cuales enlazarían con el comienzo de “Tomorrow Never Comes”, una de las que
sonó más impresionantes, con Lizzy
vistiendo ahora una oscura capa que tenía más agujeros que un queso emmental. A “Long Live Rock N’ Roll” quizá le sobró
alargarla un pelín por esto de hacer corear al público el estribillo. Por lo
demás, estuvo perfectamente ejecutada y no desentonaba en absoluto, más cuando
fusionan su final con el inicio del siguiente tema, “Under Your Skin”.
La
sangre pasaría a ser protagonista en “There
Will Be Blood Tonight” cuando el cantante se puso a pringar, cuidadosamente,
a gente de las primeras filas, al tiempo que un ayudante enmascarado le
procuraba un vaso lleno de ese rojo líquido. Después del momento más sangriento
de la noche, llegaba el solo de guitarra de Ira Black, y tras una pequeña entrada de batería, “Me Against The World” formaría la
algarabía. Se nota que es uno de los temas que mejor funcionan en directo.
Ahora Borden aprovecha el solo de la
canción para cambiarse y enfatizar su nivel de frikismo, sólo superado por la
espantosa estampa que luciría en el siguiente corte, “American Metal”. Sin comentarios. Y cuando no llevamos ni una hora
de actuación ya no está dando las buenas noches. Ahí fue cuando la gente empezó
a percatarse de que esto no era como lo pintaban.
Un
descansillo y regresan a las tablas, primero con un solo de batería, al que le
sigue la imprescindible “Red Rum” y
un definitivo “Born To Be Wild” que
casi han hecho suyo, pues les acompaña desde los ochenta e incluso hicieron
videoclip en su día. Lizzy Borden presenta
a la banda y hasta otra ocasión.
Creo
que para tratarse de la gira de la que se trata deberían haber sido más
generosos en todos los aspectos, desde el visual hasta el musical, ya que en
otras ocasiones lo habían sido mucho más sin nada que celebrar. Cosas como que
no sacara el hacha a paseo, que dejara fuera canciones como “Give ‘Em The Axe”, o que tocaran dos
versiones en un corto set de poco más de 70 minutos, provocaron la decepción de
muchos de los asistentes. Una lástima que esto sea “30 años de metal americano”.
Dicho esto, puede parecer que su actuación fuera un desastre, pero no. Lo que
hicieron lo hicieron bien, muy bien diría, pero nos dejaron con ganas de más,
de mucho más. Algunos temas más y hubiera sido un triunfo.
Setlist
LIZZY BORDEN:
-Master Of Disguise
-Notorious
-Roll Over And Play Dead
-Rod Of Iron
-Eyes Of A Stranger
-Bass Solo
-Tomorrow Never Comes
-Long Live Rock And Roll
(RAINBOW)
-Under Your Skin
-There Will Be Blood Tonight
-Guitar Solo
-Me Against The World
-American Metal
---------------------
-Drum Solo
-Red Rum
-Born To Be Wild
(STEPPENWOLF)
En zaragoza sacaron el hacha a relucir y tocaron ese Give em the axe como guinda final.... saludos!
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