Cuarenta años han
transcurrido desde que JUDAS PRIEST irrumpiera en la escena con “Rocka
Rolla”. Ahora, en pleno siglo XXI nos brindan la oportunidad de continuar
disfrutando de su música con su decimoséptimo álbum de estudio. “Redeemer Of
Souls” supone el primer paso al frente sin el mítico KK Downing, su
guitarrista fundador, que dejaba la banda en 2011 siendo sustituido por Richie
Faulker. Estamos delante de un cambio sustancialmente importante, pues el
triunvirato encargado de la creación musical del conjunto británico pierde uno
de sus pilares y, en su lugar, se sitúa uno nuevo. Nuevo compositor y
guitarrista, y esto debe notarse algo, sí o sí.
Seis años después del
conceptual “Nostradamus” es el momento de diversificar la temática
(dragones, zombis, alienígenas, vikingos,…) como también lo es intentar
devolver a JUDAS PRIEST a su sonido más clásico. Al menos esa era la
intención, según ellos mismos. Ese es el propósito de “Redeemer Of Souls”.
Lo más normal en un álbum
de JUDAS PRIEST es destapar la caja de los truenos con un furibundo
corte que de inmediato nos transmita el significado de las palabras Heavy
Metal. El elegido es “Dragonaut”, que no presenta la fortaleza de aperturas de
antaño pero que tampoco desluce en demasía. Sí que pudiera sonar bastante a lo
que ha ido dejando por el camino Halford fuera de PRIEST. Desde
el principio, las guitarras de Faulkner le dan otro toque distintivo, y
esto va a ser algo prolongable a lo largo de todo el álbum; esa extrañeza que
produce el duelo de guitarras para aquellos que llevan décadas escuchando al
conjunto inglés. Más familiar es
uno de los solos de este primer corte (autoría de Glenn Tipton, por
supuesto), muy parejo al de “Between The Hammer And The Anvil”. También
muy asociable al sonido de la banda resulta el single “Redeemer Of Souls”, una
canción que aúna muchos de los elementos que les han procurado un estatus de grupo
único, aunque a pesar de rezumar un claro sonido que toma como referencia la
era de “Painkiller”, muestra a Rob Halford más comedido a las
voces. En cierto modo, es una especie de “Hell Patrol” pero que, a fin
de cuentas, no le llega a la suela de los zapatos a ésta. “Halls
Of Valhalla” la sucede con una especie de introducción parecida a la de “Judas Rising” para,
con su estallido final y el grito de “Valhalla!”, pasar a ser comandada por
solventes riffs. Potente corte que viene a ser uno de los puntos fuertes del
álbum. Sin embargo, no termino de creerme que el cuarto corte, “Sword
Of Damocles”, pueda llevar
la firma de JUDAS PRIEST. Esas melodías de aire medieval suponen un
enfoque musical diferente. El tema se desarrolla con algunas de las interpretaciones vocales más
desahogadas a las que haya tenido que encarar el “Metal God” y se corona con un
estribillo hímnico y fácilmente asimilable. Definitivamente, “Sword
Of Damocles” se sale un poco de lo que estilísticamente han venido
representando. Y de mitos y leyendas pasamos al paseo de seres putrefactos con “March
Of The Damned”, otro de los
temas que más darán que hablar, pero que vuelve a dejar con ganas de más. Ahora
se suben al carro de la moda de
los zombis, y no lo digo porque Halford aquí recuerde a Ozzy Osbourne
cantando, sino por la popularidad televisiva que están teniendo estos seres en
los tiempos que corren. No olvidemos la permeabilidad de JUDAS PRIEST
con las corrientes en boga a lo largo de su trayectoria. La marchosa “Down
In Flames” pasa la prueba de
fuego por sus bonitas melodías y su sensacional juego de guitarras dobladas.
Bien podría haberse escrito en la primera mitad de los años ochenta, como lo
pudiera haber sido también “Hell & Back”, que con un arranque acústico liderado por
la voz de Rob, termina por
pasar a conformarse con una base que
deja alguna reminiscencia del clásico “Metal Gods”. “Cold Blooded”
sigue dejando ese sabor ochentero con la inconfundible marca del quinteto desde
las primeras notas, mientras que “Metalizer” pasa a ser una de las más encendidamente
metálicas, al tiempo que deja en evidencia que los tonos más altos de Halford
ya no son lo que eran. Comenzamos a explicarnos la ausencia de más canciones de
esta índole. Aquí nos acercamos más a la etapa del “Painkiller”, pero
por momentos ese tratamiento de las guitarras recuerda a la época de “Turbo”,
lo que no deja de mixturar sendas épocas. “Crossfire” tiene un aire más setentero; esas notas
iniciales que recuerdan a BLACK SABBATH, y esos riffs y guitarras
bastante blueseras, recrean los momentos más tempraneros de la historia de JUDAS
PRIEST, aunque incluso podría haber ido incluida en “British Steel”.
El repicar de las campanas introduce a “Secrets Of The Dead”, donde pasamos a una tesitura más oscura,
con un leve toque oriental que pretende ajustarse a la letra, volviendo a poner
de relieve la palpable variedad del álbum. Quizá recuerde vagamente a “A
Touch Of Evil”, pero dista cualitativamente del legado más grandioso
de los británicos. Esa especie de introducción que da la bienvenida a “Battle
Cry” recuerda al instrumental “Battle Hymns”, todo ello antes de que
el metal más poderoso retorne con este grito de batalla, otra gran canción que
desmerece por unos agudos en los que considero que Halford está
desafortunado, con algunos de sus registros llegando a rozar la estridencia.
Esto es inédito en un álbum de JUDAS PRIEST. Y bastante preocupante
teniendo en cuenta los “milagros” de un estudio de grabación. El cierre llega
con la balada “Beginning Of The End” (al estilo de piezas como “Last Rose Of
Summer”, por citar alguna), con evidentes influencias del blues y con la
inigualable voz de Rob como absoluta protagonista. En estas tesituras el
vocalista continúa espléndido, demostrando que, según qué tonos, sigue teniendo
un don. Curioso que el título parezca (o más bien sea) un guiño a una canción
del nuevo álbum de otra leyenda viva de Birmingham, BLACK SABBATH (“End Of The Beginning”). Desafortunadamente, a diferencia del triunfal
regreso discográfico de los de Tony Iommi, “Redeemer Of Souls” es
un intento fallido de asestar con tino un golpe en la mesa proclamando quiénes
son los dioses del metal.
Después de un álbum
experimental como “Nostradameus”, que no terminó de embelesar al
seguidor, a los miembros de la banda se les ha llenado la boca de decir que
afrontaríamos un regreso a los PRIEST más clásicos con esta nueva
entrega. Pues bien, no esperes una especie de “British Steel”, ni de “Screaming
For Vengeance”, ni de “Painkiller”, ni de ningún otro disco de la
banda que te venga a la cabeza. Es un trabajo más con la genuina impronta del
grupo, bastante variado, con intención de capturar efluvios de distintos
periodos, a los que hay que adicionar algunos elementos novedosos dentro de lo
que es su sonido más habitual. No se han limitado a auto-plagiarse, cosa que en
honor a la verdad, no han hecho nunca. Cada disco es un capítulo distinto, y
este es uno nuevo en la historia de la banda.
Resumiendo, “Redeemer
Of Souls” presenta carencia casi absoluta de temas rápidos, preponderancia
de otros de celeridad media, a Halford abundando en tonos mucho más
bajos (todo esto medido y pensado de cara a lo que la banda puede dar de sí en
la actualidad) y un sonido de guitarras novedoso al 50%. No es para nada un mal
disco, la gran mayoría de los temas son correctos, pero se quedan ahí, no
tienen la magia de antaño y suenan a mera excusa para girar y poder incluirse
en el repertorio por adecuarse más a las capacidades actuales de algunos de sus
componentes. Desprende la sensación de que a la mayoría de que a las canciones
les ha faltado echarle toda la carne en el asador, sobre todo por parte de Halford,
que siempre nos tuvo acostumbrados de otro modo. Pero la edad no perdona (está
en el umbral de los 63 años) y el inclemente paso del tiempo hace que nuestro
dios del metal ya no lo sea tanto. JUDAS PRIEST ha perdido a uno de sus
guitarristas fundadores y el vocalista ha perdido parte de su potencial. Es lo
que hay. Sin embargo, podemos estarles bien agradecidos por todo lo que han
hecho, y continúan haciendo, por el Heavy Metal.
Discográfica:
Listado de temas:
1. Dragonaut
2. Redeemer Of Souls
3. Halls Of Valhalla
4. Sword Of Damocles
5. March Of The Damned
6. Down In Flames
7. Hell & Back
8. Cold Blooded
9. Metalizer
10. Crossfire
11. Secrets Of The Dead
12. Battle Cry
13. Beginning Of The End
2. Redeemer Of Souls
3. Halls Of Valhalla
4. Sword Of Damocles
5. March Of The Damned
6. Down In Flames
7. Hell & Back
8. Cold Blooded
9. Metalizer
10. Crossfire
11. Secrets Of The Dead
12. Battle Cry
13. Beginning Of The End
Totalmente de acuerdo, a los grupos clásicos no podemos pedirles que tengan la energía, magia y estado de forma en general de antaño, mas si debemos agradecer todo lo bueno que nos han brindado a lo largo de su carrera...
ResponderEliminarEl album está en mediafire, me ha parecido muy mediocre
ResponderEliminarBuena crítica de Redeemer of souls!!!
ResponderEliminarDe acuerdo contigo creo que lo mejor es que no dejan de hacer heavy metal
ResponderEliminarse esperaba mas pero es lo que hay......
Ami me ha decepcionado nos han querido vender la moto ya no la colaron con eso de gira de despedida nos metiero. Un gol por toda la escuadra. Yo considero este disco rozando la mediocridad y si hablamos de la produccion da autentica pena. Nos han vendio la moto. Un saludo alos mediocres y pateticos de el comentamierda!
ResponderEliminarCreo k lo as subido demasiado. Yo lo veo un disco insipido sin frescura sin ideas y una produccion pesima, nefasta. Este grupo le pasa lo k a metallica se an kedado sin creatividad
ResponderEliminar