¿ACCEPT sin Udo? No es la primera vez que ocurre. Allá por 1989, la banda germana osó a editar un álbum, “Eat The Heat”, con un nuevo vocalista norteamericano (David Reece) en quien vieron que podían llegar a alcanzar cotas de calidad musical que con el señor Dirkschneider les sería imposible. Se aventuraron a ofrecer un disco con un sonido novedoso, desconocido en ACCEPT y descaradamente orientado hacia el mercado estadounidense. De nuevo con un cantante de aquellas tierras, desafían a su cohorte de fans. Ahora la diferencia estriba en que este “Blood Of The Nations” de novedoso tiene… ¡al señor Tornillo! Lo demás es única y genuinamente ACCEPT, un auténtico puñetazo en la mesa que deja marcadas las seis letras que componen el nombre de la banda, demostrando porqué son una verdadera leyenda y que tienen fuelle para tiempo, mucho tiempo. La verdad es que no han podido encarar mejor esta nueva etapa.
El nuevo vocalista Mark Tornillo, encaja a la perfección, incluso su voz da un aire a su predecesor, pero es capaz de alcanzar más registros, mostrándose claramente más versátil. Tornillo forma equipo con los sempiternos Wolf Hoffmann (guitarra) y Peter Baltes (bajo), y los temporales en su día Herman Frank (guitarra) y Stefan Schwarzmann (batería). Estos son los nuevos ACCEPT y “Blood Of The Nations” su nuevo disco, producido por Andy Sneap. Nuclear Blast lo puso en circulación hace unos días y deben de estar dando saltos con el nº 4 que han alcanzado en la lista de ventas germanas. Esto se traduce en la entrada más alta en la historia de ACCEPT desde los tiempos del “Russian Roulette”, que ostentaba el record. No es para menos, porque escuchado “Blood Of The Nations” con antelación, íntegro o parcialmente a su salida, acucian las ganas de echarle el guante.
El álbum no podía tener una apertura más solvente: “Beat the Bastards” es un auténtico trallazo para comenzar, ideal para vaticinar que con él y tras el se esconde algo grande. Puro Heavy Metal que tiene un firme aliado en “Teutonic Terror”, tema que ya anticiparan en su día y que muestra a unos ACCEPT realmente pletóricos, fuertes y poderosos. El otro tema para ir abriendo boca fue “The Abyss”, mostrando en esta ocasión a la banda en una tesitura más de medio tiempo, mas siempre con la fuerza característica. Este corte incluye un pasaje lento que choca con el pasado del grupo pero que les queda realmente bien.
Otro de los temas que debemos encumbrar es “Blood of the Nations”, que se estructura a partir de un riff fantástico, muy logrado, que impacta desde la primera escucha, aunque el tratamiento de los coros del estribillo recuerda mucho a HAMMERFALL. “Shades of Death” es más oscura y pudiera encajar más en la última etapa del conjunto antes de su disolución, justo antes de que colgaran las botas. Su incursión sinfónica por mor de esos efectos de teclado descoloca un poco tratándose de la banda que la interpreta, no así sus coros, fácilmente reconocibles. Quizá sea lo más flojo. Sin embargo, vuelve a estallar la dinamita con “Locked and Loaded”, otro misil a doble bombo incesante.
La balada del disco es “Kill the Pain” en la que Wolf Hoffmann desenfunda tanto sus influencias clásicas como bluesys para dar un giro radical a lo que veníamos escuchando hasta ahora. Pero no tardamos en recobrar la más pura esencia de ACCEPT con temas como “Rollin' Thunder”, sensacional corte de Heavy Metal clásico, o “Pandemic”, apabullante metal germano del que son maestros y del que un día asentaron unas bases. Incluso en los temas más a medio tiempo como “New World Comin'” la trayectoria que surcan las notas del riff llevan la impronta de ACCEPT. Y sin descarrilar de las vías del Heavy Metal continuamos con “No Shelter” con una fantástica labor al bajo por parte de Peter Baltes y unos segundos finales que suenan como el riff inicial del tema “Promised Land” de PRIMAL FEAR. “Bucketful of Hate” es el definitivo corte, armado como siempre con unas guitarras contundentes con un tramo final que es un inequívoco guiño al pasado más glorioso del conjunto. También te recordará a los primeros PRIMAL FEAR: esos coros entonando el título del tema nos remiten a ello. Con esto no quiero decir que hayan salido influenciados por el sonido de la banda de Mat Sinner y Ralf Scheppers. Por mucho que ACCEPT retome la senda de su vena más clásica, este trabajo tiene una producción actual. Nadie diría que se ha grabado en los años ochenta.
En una de las ediciones especiales se incluye el tema extra “Time Machine”, canción que no tiene nada que envidiar al resto de piezas titulares. Sería un magnífico recambio para casi cualquiera de ellos. La voz de Tornillo en los primeros latidos del tema recuerda a Kai Hansen, mientras la base instrumental del tema, tratamiento y coros, tienen mucho que ver con el pasado de la banda. Para ser un bonus track es un gran tema.
Es el regreso que todos estábamos esperando. ACCEPT en estado puro y gestando grandes temas. La verdad es que han tapado todas las bocas que clamaban por un nuevo fiasco sin Udo como frontman. Con un trabajo así difícilmente se echa de menos al vocalista clásico de la banda.
Toda la comunidad metálica tiene que estar de enhorabuena con un retorno así. Pero si este disco lo hubieran firmado con Udo Dirkschneider al frente estaríamos el doble de contentos.
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Acuerdo con casi todo, pero no con el final, objetivamente, en lo que es voz Mark Tornillo es mejor que Udo, por mucho que este último sea un clásico.
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