¿Qué te puedes esperar del regreso de TOKYO BLADE tras trece años de ostracismo discográfico? La respuesta la tienes en “Thousand Men Strong”.
La leyenda de la NWOBHM, siempre con el guitarrista Andy Boulton al frente, se separaba en 1998 y retornaba en 2008. Ahora Boulton reactiva la banda con los miembros clásicos, a excepción del vocalista. Hablo de John Wiggins (guitarra), Andy Wrighton (bajo) y Steve Pierce (batería). Una formación que invita a abrir los brazos a la esperanza si encima atendemos a que pretende recuperar el viejo y clásico espíritu de TOKYO BLADE.
En la grabación de este álbum presentan la importante novedad del vocalista Nicolaj “Nick” Ruhnow (DOMAIN), quien cubre la vacante producida por Chris Gillen tras su efímero paso. Hay que señalar que Ruhnow ha participado en la composición de este trabajo haciéndose cargo de las letras.
Para darle el toque idóneo a la producción han confiado en la sapiencia de todo un veterano como Chris Tsangarides (OZZY OSBOURNE, JUDAS PRIEST, THIN LIZZY), aunque el presupuesto disponible limitaba a la banda a una estancia de una semana en el estudio de grabación.
Desde los sus alentadores comienzos, TOKYO BLADE han ido dando tumbos llegando a modificar la dirección musical de la banda sin un rumbo claro. Es por ello que quizá Andy Boulton que no dude en tildar a este trabajo como tercero de la banda (este es realmente es el noveno). Vamos, que viene a decir que así es como debería haber sido el tercero, una continuación de “Night Of The Blade”. En parte, tampoco es un regreso total a ese sonido, ni una segunda parte de este trabajo, ni nada parecido. Lo que es innegable es que tenemos delante un disco de Heavy Metal de la vieja escuela con el sonido tradicional de la NWOBHM como estandarte.
Y la formación de Salisbury nos ha querido sumergir de nuevo en esos sonidos. Así, los ritmos galopantes de “Black Abyss”, nos suponen la primera inmersión, poniéndonos a merced de ese clasicismo que irradian canciones como “Thousand Men Strong”, cuyas guitarras podrían llevar la firma de los más tradicionales JUDAS PRIEST. Ambos son temas bastante aceptables, sin embargo lo mejor está por llegar.
Los tres cortes que vienen seguidamente son sencillamente geniales. “Lunch-Case” es de los más rápidos con Ruhnow luciéndose en el estribillo subiendo los tonos. “Forged In Hell’s Fire”, que recuerda a los primeros QUEENSRYCHE, es otro tema fantástico y “No Conclusion” de esas que te agarran y no te sueltan. Si estos conformaran un EP, un diez.
Seguimos con “The Ambush”, otro corte de marcado carácter clásico, y el épico y algo más oscuro “Killing Rays”, que se corona con un coreable estribillo. “Heading Down The Road” se sustenta sobre un riff muy de la escuela ACCEPT y se remata con ese efecto final que simula una cinta de casette que se está “enrollando” en el equipo o que te estás quedando sin pilas; más leña para un fuego de tiempos pasados. “Condemned To Fire” es otro gran tema que bien pudiera ser un cruce entre SAXON y JUDAS PRIEST. El último que se incluye es la regrabación del clásico “Night Of The Blade”, que si es así como va a sonar a día de hoy, podemos estar más que satisfechos. Como de este trabajo en líneas generales.
TOKYO BLADE han buscado deliberadamente recrear el Heavy Metal que se practicaba en la primera mitad de los ochenta. Lo consiguen. Con una producción más actual pero con el espíritu inalterable de lo que se pretende.
Antes de terminar, no quiero dejar de reseñar que el grupo se autofinanció el álbum con la ayuda de fans que lo compraron cuando aún no se había editado. Si hay gente ahí que pone de su parte, ¿por qué no seguir? Importante resulta, entonces, que no decepcionarán a quienes depositaron su confianza.
Puntuación: 8,5/10
Discográfica: Fastball.
Listado de temas:
1. Black Abyss
2. Thousand Men Strong
3. Lunch-Case
4. Forged In Hell´s Fire
5. No Conclusion
6. The Ambush
7. Killing Rays
8. Heading Down The Road
9. Condemned To Fire
10. Night Of The Blade
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