Tras un largo tiempo de espera y bajo el sello Napalm Records, sale a escena el primer trabajo de la nueva banda de Oliver Palotai -teclados y guitarras- [Kamelot, Circle II Circle, Doro, Blaze (UK)], al cual le acompañan en este trabajo músicos de la talla de Henning Basse -vocalista- [Metalium (Ger), Errantry, Brainstorm (Ger)], Pepe Pierez -guitarra- [Ancient Curse], Jürgen Steinmetz -bajo- [Silent Force, Headstone Epitaph, Rock Ignition] y Daniel Schild -batería- [Blaze (UK), Afshin, Justin Nova Band]. Y con la inestimable colaboración de Simone Simmons, Mark Jansen y Tijs Vanneste, que aportan sus voces en determinados pasajes y temas del disco.
Tras un vistazo al libreto, uno encuentra la explicación del aspecto más oscuro de Henning Basse, en consonancia con el resto de compañeros en vez de su originario color teutón. A colación de esto también se debe decir que su trabajo sigue la misma tónica, dando un tratamiento a sus voces bastante cuidado y de forma más dramática, aunque sin llegar al tono de las composiciones líricas, eso sí, en detrimento de las facultades de este señor, que puede dar mucho más de sí de lo que muestra en este disco.
El álbum está compuesto por 13 temas:
01. The Place Where I Hide; introducción.
02. Gods Of Vernin; colaboración de Tijs Vanneste en voces.
03. A Blind Mans Resolution.
04. Fallen Family; Simome Simons, Mark Jensen (voces guturales).
05. The Piper.
06. Wheel Of Guilt; Christian Meyke y Jan Peter en la parte en latín.
07. Belials Tower.
08. Fall Of Byzanz; colabora Simone Simons.
09. Wintersmith; colabora Simone Simons.
10. Dead Mans Shadows.
11. Sanatorium Song.
12. Third Moon Rising.
13. Melanchorium; (bonus track de la edición en digipack), colabora Tijs Vanneste.
Esta obra de Symphonic Power Metal está cargada de altibajos, careciendo de homogeneidad y rompiendo el ritmo de las canciones, ya que hay partes más crudas en las cuales el trabajo de las guitarras da un respiro al disco, y otras, aunque cargadas de sentimiento en las voces, aportan un tono bastante oscuro al mismo y es que esa carencia de linealidad en este disco no es un aspecto positivo, junto con ciertos toques de virtuosismo en el aspecto compositivo lo tornan, en ciertos momentos, un tanto tedioso. No obstante, puede que a los amantes de este género no les resulte igual.
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