Una parte de “My Bloody Roots: From Sepultura To
Soulfly And Beyond”, el libro autobiográfico de Max Cavalera (SOULFLY,
CAVALERA CONSPIRACY, KILLER BE KILLED), está disponible en aras
de la promoción del tomo. El extracto se centra en los primeros capítulos, que
versan sobre los incidentes que salpicaron la adolescencia de Max en Belo Horizonte, Brasil. Aquí un fragmento:
“Me estaba divirtiendo con la bebida, nunca lo vi como un problema. Algunas
de las mierdas más divertidas que hice fueron cuando estaba borracho. Tenía un
compañero de borracheras, ese tipo llamado Maurinho: era mi mejor amigo.
Escuché a gente decir que era capaz de sacudir a diez personas y que era un
completo puto psicópata. Yo tenía 16 años cuando me encontré con él, justo en
el comienzo de la banda.
A este tipo le encantaba todo lo relacionado con SEPULTURA y me alentaba todo el tiempo, diciendo: ‘Lo lograrás. Sé
que vas a ser una gran estrella algún día, hombre. Lo sé. Sigue haciendo lo que
estás haciendo’. Solíamos salir y emborracharnos todo el tiempo. Nos metimos en
buenas peleas, también. Él era pequeñito, pero sabía kárate y taekwondo y otras
artes marciales, y podía joder bien a la gente. Sé cargó a tipos grandes: fue
divertido tomar parte en esto.
Yo era un buen luchador también, cuando bebía: me volvía jodidamente loco.
En una ocasión, cuando estábamos en un bar, un chico comenzó a joderme. Comenzó
a llamarme posero y me puso de los nervios diciendo, ‘Eres un posero, tío… un
puto posero. Tú música es falsa. Yo estaba en plan, ‘Hijo de puta, mejor que
pares o encontrarás lo que estás buscando’. Pero siguió jodiendo y finalmente
dije, ‘Ok, esta mierda se acaba ahora mismo. Salgamos al frente del club. Vamos
a darnos de hostias’. Comencé a darle una paliza y agarré una piedra del suelo
con la que le destruí la cabeza. Se la abrí, había sangre por todas partes. Mi
calzado estaba totalmente cubierto de su sangre cuando llegué a casa. Recuerdo
mirándome lo zapatos pensando, ‘Mierda. ¿Cómo está vivo aún este tipo? Pero era
lo que él estaba buscando’. Yo sólo pensaba en mis cosas y en pasar un buen
rato con mis amigos. Mi amigo Maurinho
había visto lo que estaba pasando y me dijo después, ‘Encárgate tú de eso’. Ni
siquiera tuvo que intervenir”.
Puedes leer el fragmento
completo en www.soulfly.com/autobiography.
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