YNGWIE MALMSTEEN regresa dos años después de que grabara “Perpetual Flame”. Es el segundo disco de YNGWIE MALMSTEEN con Tim “Ripper” Owens (BEYOND FEAR, JUDAS PRIEST, ICED EARTH,…) pero el proceso de esta grabación y los pormenores de esta colaboración no dejan de ser curiosos, si uno atiende a las palabras que dejó el vocalista en la revista Sweden Rock Magazine manifestando que “no sabía nada” sobre este nuevo trabajo de MALMSTEEN. “Cada día me preguntan si voy a cantar (en el nuevo CD de Yngwie) (…) Es posible porque grabamos un puñado de temas la última vez, pero tendría que revisar mi contrato para ver si legalmente se pueden usar esas pistas en otro disco. No me sorprende que no se me haya dicho nada (…) Ambos estamos liados con nuestras cosas, por eso no me dolería si él incorpora a otro vocalista”. Estas declaraciones se produjeron en septiembre, pero con el disco ya en la calle, la ignorancia de Owens era la misma. Es más, daba la impresión de que parecía importarle un pepino. Con este panorama sale un disco que huele más a dinero fácil que a otra cosa. No obstante, el propio Yngwie se ha encargado de publicarlo con su propio sello, Rising Force Records, una vez más, teniendo así un control mayor y el gobierno de un producto que le reporte algunas ganancias.
No sorprende entonces que sin un cantante con el que preparar debidamente un trabajo, los cortes de índole instrumental se cuenten por varios. Exactamente la mitad del total. 7 de 14 sin contar el bonus track que vuelve a ser una pieza de ese jaez. Tampoco es difícil intuir que los temas con Owens al frente se quedaron fuera de “Perpetual Flame” por el motivo que fuera. Yo sólo veo dos vías de interpretación, o eran peores o tendrían validez para un futuro. Sospechando lo primero, no esperaba que el disco estuviera a la altura. Fácilmente, se podría pensar que está hecho de despojos, pero sea como fuere, y pese a la cantidad instrumental predominante, YNGWIE MALMSTEEN se ha sacado un buen disco de su mástil.
Como deja entrever su nombre, “Overture” sirve de iniciación al nuevo esfuerzo musical del artista, un disco en el que irá intercalando piezas instrumentales con piezas de líneas vocales, siendo la primera de ellas “Critical Mass”. Aún se me hace extraño escuchar a Ripper en un tema de metal neoclásico, que sin más se mueve muy en la onda de lo que nos tiene acostumbrado el maestro sueco. No en vano, terminas por hacerte a la idea y disfrutar de él. “Shot Across The Bow” es un gran tema instrumental, melódico y pegadizo, con las influencias clásicas de Yngwie siempre presentes.
“Look At You Now” sirve para que Malmsteen luzca sus dotes como cantante. Se trata de un medio tiempo que termina enganchando. La particular voz del astro sueco encaja perfectamente en la partitura que ha querido construir en este corte, si bien es verdad que tampoco es gran cosa como vocalista al mostrarse bastante limitado pero recalco, esta canción tampoco necesita más. Donde nuestro protagonista no conoce límites es en “Relentless”, arrimándose de nuevo a su lado más virtuoso en otro sensacional tema instrumental. En “Enemy Within” apreciamos a un Owens en todo su esplendor, algo que se echa un poco de menos en algún que otro corte. Este es un tema más heavymetalero que arranca y concluye con cantos gregorianos.
De nuevo la ausencia de voz da paso al protagonismo absoluto de Yngwie con “Knight Of The Vasa Order”, antes de que Ripper regrese con “Caged Animal”, uno de los temas más sosos de toda la obra. Este sí que parece un desecho de verdad del anterior álbum. “Into Valhalla” es otro acojonante tema instrumental adornado con una sección coral que lo dota de mayor grandeza. “Tide Of Desire” no tiene desperdicio, de nuevo con Ripper al frente. La siguiente pieza “Adagio B Flat Minor Variation”, bien pudiera valer de interludio; su desarrollo clásico y lento entronca con las líneas más heavys de “Axe To Grind”. El estribillo de esta canción es una demostración del torrente vocal de Mister Owens, que repite en “Blinded”, una de las más rápidas de todo el trabajo.
Concluimos el repaso con “Cross To Bear”, instrumental. Yngwie se explaya aquí con su instrumento sobre un colchón de teclados y culmina con su estilo habitual una obra que según qué edición encontrarás (o no) “Arpeggios From Hell” como tema extra y como nuevo despliegue técnico del músico.
Pudiera parecer un álbum un tanto atípico, aunque la elección del orden de las pistas ayuda a esquivar el tedio, la pesadez y en definitiva, ayuda a pasar un rato entretenido al son de una guitarra que echa chispas, como siempre.
Musicalmente, sin novedad en el frente. Un disco con Yngwie más protagonista que nunca y del que entiendo que sus fans no pondrán ningún reparo. Ni que decir que a sus detractores aburrirá sobradamente pero esta obra no va para ellos. Puede que Yngwie se repita, pero en esa tesitura ya son muchas las bandas que se mueven como peces en el agua, sobre todo las más longevas. Es Yngwie, es lo que hay.
Como dije en un principio pensaba que iba a ser una castaña y la verdad es que no está nada mal, sobre todo si miramos los temas instrumentales que es donde el maestro sueco se ha salido sentando cátedra una vez más.
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Habra que echarle una oida, demasiadas instrumentales para mi gusto pero...
ResponderEliminarUn saludo
Es el mejor disco de Yngwie desde Seventh Sign!!! no pensaba que Yngwie Pudiera sacar un disco tan bueno a estas alturas... heavy metal neoclasico!!!
ResponderEliminar100% Recomendable si te consideras fan suyo
sinceramente estoy de acuerdo con kolikotron. le sobran notas coño
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