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Fueron presentados como relevo generacional de bandas como Saxon, Iron Maiden o Judas Priest cuando estos grandes grupos digan adiós. Mucha gente lo entendió así aunque hay otros que todavía no se enteran y prefieren gastarse los cuartos en bandas de cuatro o cinco carcamales de trampa y cartón, que ya de por sí están podridos de dinero. El futuro del Heavy Metal está en bandas como la que nos ocupa y no se hable más. Y eso es tan impepinable como que a Jenna Jameson le cabe un buen pepino.
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Pese a haber conmemorado hace poco el décimo aniversario de la banda, estos alemanes sólo pueden amenizar nuestros hogares con dos álbunes, ambos muy buenos. En ellos se centraron, dándonos la bienvenida con “Doomsday For The Heretic”, canción que da título al sensacional segundo álbum de Metal Inquisitor. Tras él, se sucedían canciones como “Star Chaser” o “Take Revenge”. También hubo tiempo para presentar alguna pista de su tercera entrega prevista para septiembre como señaló El Rojo, vocalista del conjunto. ¿Por dónde van los tiros? Con grupos así no esperes que se te vaya a quedar cara de tonto al escuchar sus nuevas propuestas.
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El sonido del que gozaron fue realmente bueno, con el combo dando lo mejor de sí y El Rojo mostrando sus dotes de frontman y animador del cotarro. Se mostró cálido en todo momento, muy simpático, dicharachero y comunicativo con el público. No paraba de bromear como cuando en un lance del show, frotando su testa lampiña (otrora peluda), espetó que la naturaleza le había hecho así.
De vuelta al repertorio, señalar que otros de los temas que acierto a recordar (los minis estaban a buen precio) que sonaron aquella noche fueron “Restricted Agony”, “M4-A1” o “Daze Of Avalon” que sonó al final del show. Al parecer, tan sólo tenían esos temas preparados, pues el tiempo les brindaba la oportunidad de una más que nunca sonó, siendo esto lo único achacable para un grupo que supo dar a la gente lo que se esperaba de ellos. Muy buen concierto.
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