Desde aquellos entonces hasta ahora se han sucedido los habituales cambios de formación, dejando por el camino dos maquetas y un disco en vivo. Pero es este verano de 2009 que, con la salida de uno de los componentes fundadores, decidieron cambiar el nombre en puertas de la edición de su álbum de debut. Ahora son Judgment Hammer y el 24 de noviembre se editaba “Arbiter Of Fate”. De modo que la vida de Judgment Hammer es relativamente corta. O cortísima. Ellos son Jared Kiess (voz y guitarra), Aaron Gericke (guitarra), Dustin Fugere (bajo) y Sid
Musicalmente estamos ante un Thrash bastante melódico, con bastantes momentos instrumentales y temas largos. Para que te hagas una idea, la voz va en una onda Joey Belladona más o menos, aunque por los riffs y las composiciones en sí se miran más en el espejo de Metallica.
Si bien te retrotraen a los años 80 también demuestran que de entre ese vendaval de bandas de revival, también las tenemos más personales y no tan asidas al mismo esquema arquetípico del Thrash furibundo del que maman la mayoría de esas formaciones, cada vez más iguales entre ellas.
Cualquiera de los tres primeros cortes del disco define sobradamente el estilo musical en el que se desenvuelven estos norteamericanos. “Lightning War”, “Judgment Hammer” y “Treason” son canciones que condensan la propuesta de Judgment Hammer: Thrash Metal lleno de pasajes instrumentales, donde se le confiere importantes segmentos a los solos y donde la agresividad responde al elemento intrínseco que encierra el estilo, quedando los planos vocales en una tesitura más melódica.
El cuarto tema, “Never Repent”, es medio tiempo que, sin parecerse, podría estar inspirado en “Fate To Black”. Digamos que este es el corte más diferente si miramos el modo de componer de la banda, pues con “No Surrender” y “Kill Or Be Killed” retoman la tralla dándole al apartado instrumental su habitual protagonismo. Del mismo modo y sin distanciarse en demasía, tenemos “Swift Justice” con unos primeros compases totalmente mosheantes y en la que destaca ese interludio melódico, ese remanso musical del que, a mitad de tema, van a brotar riffs y solos.
Siguen haciendo de las suyas con “Join or Die”, la canción que más me recuerda a Anthrax, sobre todo por el estribillo. Y tanto gusto por las partes instrumentales que era casi de cajón que elaboraran un tema completamente de esas características. “Thicker than Water” responde a lo que llamamos tema instrumental. A lo Metallica.
El último corte es “Brazen Serpent”, poderoso y contundente modo de terminar con todos los ingredientes que dan sabor a la música de Judgment Hammer.
Aunque la producción no es la mejor posible, sí que deja escuchar y disfrutar plenamente un álbum que muestra muy buenas maneras. Es una de las bandas de Thrash Metal que más me ha gustado de las muchas que he escuchado últimamente y que, mayormente, son primas hermanas por parte de padre (o de madre). Y recalco: estos Judgment Hammer suenan distintos sin salirse de un Thrash clasicote.
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