lunes, 14 de septiembre de 2009

MEGADETH "ENDGAME" (2009). Review by Heavy Metal Fire.


Hoy 14 de septiembre, se pone a la venta “Endgame”, el nuevo disco de Megadeth. Ayer, 13 de septiembre Dave Mustaine cumplía 48 años. No nos queda sino felicitarlo por este magnífico trabajo.


Desde que Megadeth se dejara de experimentos tipo “Risk”, vienen ofreciéndonos un repertorio a cual mejor en lo que de nuevo siglo y esa paulatina mejoría se comprueba una vez más ahora con “Endgame”, álbum en el que debuta discográficamente el guitarrista Chris Broderick, quien ya se hizo miembro del grupo para la gira de “United Abominations”.


Los temas del álbum vienen caracterizados por la mezcla de sonidos de diferentes discos añejos de Megadeth y por la incesante cantidad de solos de guitarra. Las guitarras tienen un papel enorme en este disco. Y ya desde el tema inicial nos machacan con un tema instrumental en el que los dos guitarristas se explayan a su gusto: “Dialectic Chaos”. Han pasado ya 21 años desde que Megadeth no abría un disco con un tema instrumental. Me remito al “Into The Lungs Of Hell” del “So Far, So Good,… So What?” donde Mustaine y en este caso, otro Chris (Poland) también sacaban sus guitarras a paseo.


El segundo tema, “This Day We Fight” es una exhibición de lo que Megadeth puede dar de sí hoy día, que es mucho. Arranca con el descaro metálico de “Wake Up Dead” pero con más fuerza aún. Mustaine canta con la garra de antaño y con un mar de solos este tema tiene reminiscencias de los Megadeth de la década de los ochenta.


“44 Minutes” lleva una introducción hablada, típica dentro del proceder musical de Megadeth, para dar paso a un medio tiempo donde la voz de Dave desprende la justa musicalidad para que no estemos hablando de un tema narrado. Su melódico estribillo le confiere el don de habitual tema más contemporáneo dentro de lo que es la maquinaria Megadeth.


“1320” fue la segunda muestra pre-disco. Otro tema fuerte. En él ahondan profundamente en sus raíces con un riff que parece sacado del mismísimo “Killing Is My Business And The Business Is Good”. Seguimos. “Bite The Hand That Feeds” está claramente inspirada en “Rust In Peace”, mientras que “Bodies Left Behind” es una obvia continuación del sonido de los noventa. Te puede retrotraer a temas como “Trust” o cuadrar en “Youthanasia” si atendemos a su estribillo.


“Endgame” es uno de los temas más trabajados del disco al tratarse de un tema muy cambiante. Sobresale su cambio de ritmo, que lo eleva a otra dimensión, un mundo de poderosos riffs y excelsos solos de guitarra, alguno de ellos parece sacado del “Rust In Peace”. También hay tiempo para recordarnos el arranque de “Skin O´My Teeth” y es que este disco de Megadeth es un reencuentro intencionado con el pasado glorioso de la banda.


“The Hardest Part Of Letting Go (Sealed With A Kiss)” también es un tema interesante. Sus primeros compases discurren con la voz de Mustaine en su faceta más baladística arropada por arreglos orquestales, hasta que se produce una explosión metálica plena de riffs galopantes y con una curiosa melodía de teclados en lo alto. Aquí Mustaine recupera la temática metafísica que tanto le gusta y, musicalmente, la fuerza adquirida tras el cambio de ritmo termina sucumbiendo a un melancólico estentor.


“Headcrusher” fue el primer tema que se adelantó a la salida del disco. Una canción muy fuerte, muy heavy. Tralla, guitarras sublimes y Mustaine cantando como nunca. Otro de los temas que más me ha gustado ha sido “How The Story Ends”, un temazo que encandila desde el primer riff y que encajaría a la perfección en “Symphony Of Destruction”, como en “Youthanasia” cuadraría el tema final “The Right To Go Insane”, composición que comienza con el bajo de Lomenzo y que termina como arrancó el álbum: con Mustaine y Broderick sacando chispas de sus instrumentos. Resaltar que la producción de Andy Sneap también tiene parte de culpa, que ha trabajado en este disco más de cinco meses.


Si hay que equiparar este álbum a algún otro disco de Megadeth, este sería “United Abominations”, más que nada por su proximidad temporal y por ese espíritu que les une de recuperar el estilo clásico de la banda a base de magníficas composiciones, aunque este se decante mucho más por el gusto por los solos de guitarra. Chris Broderick tiene gran culpa de ello, el otrora hacha de Jag Panzer, es la pareja de baile ideal para Mustaine, y con él, y junto al bajista James Lomenzo y al batería Shawn Drover, podemos decir que por fin Megadeth tiene una alineación idónea.


Metal pleno de poder con duelos de guitarra a raudales. Signando discos así, Megadeth debería recuperar de inmediato el terreno perdido y alzarse de nuevo a la cúpula de grandes bandas metálicas.

1 comentario:

  1. si es que tecnicamente Chris Broderick, es una puta maquina, por algo es hacha de jag panzer, y estaba en nevermore.

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