viernes, 19 de junio de 2009

STRATOVARIUS "POLARIS" (2009). Review by Heavy Metal Fire.


La nueva obra de la formación originaria de Finlandia se presenta con importantes novedades. Pese a llevar años en el combo, el bajista Lauri Porra debuta en un disco de STRATOVARIUS y no sólo como instrumentista, sino también como sólido baluarte en el apartado compositivo. Pero ya no sólo él, sino que prácticamente la banda en pleno participa ahora en esa tarea ya que, y este es el principal cambio, Timo Tolkki ya no está. Ahí estriba la principal diferencia con respecto a los STRATOVARIUS de siempre. Para buscarle sustituto han tenido que fijarse en un joven guitarrista finés de 25 años llamado Matias Kupiainen, que como era de cajón, no lo hace nada mal.

Tiempo ha, STRATOVARIUS firmó un contrato millonario con Sanctuary Music. La alianza con la discográfica quedó hecha trizas tras la salida de Tolkki. Este hecho representó la excusa idónea para partir peras con la banda. Sanctuary quería romper el contrato a toda costa. Finalmente, y después de todos los baches por los que pasó la banda los últimos años, es el sello Edel Music quien les acoge en su seno.

La banda compuso 25 temas en vistas a la edición de este álbum, y como he dicho antes, el equipo de composición varía notablemente con la salida de Tolkki, mentor del sonido de la banda desde siempre. Por eso he querido acompañar los créditos a las canciones.

Desde la inicial “Deep Unknown” (Kupiainen / Kotipelto) ya comenzamos a palpar la capital importancia que van a tener los teclados de Johansson en el disco. También apreciamos toques progresivos y no está de más decir que STRATOVARIUS vira, más que nunca, hacia esa tendencia en este trabajo. “Deep Unknown” ha sido el primer tema del álbum escogido para ser inmortalizado en un videoclip. En “Falling Star” (Porra / Porra), los teclados vuelven a erigirse como esenciales, mientras que los trabajados coros son de lo mejor de esta canción. “King Of Nothing” (Johansson / Johansson) es toda una espiral de sonidos tratados con excelentes arreglos. Metal de ciencia-ficción.

Después de tres temas en los que STRATOVARIUS no terminaban de meter la quinta marcha, llega “Blind” (Johansson / Johansson). Este primer corte rápido muestra a un Kotipelto más suelto que antaño, sin subir tanto en los tonos. Se le ve más cómodo en todo el álbum, debido posiblemente a que se haya desprendido de la presión a la que le podía tener sometido Timo Tolkki.

“Winter Skies” (Johansson / Johansson) es el típico tema impregnado de un aura melancólico cuyo punto de inspiración no puede ser otro que las gélidas tierras nórdicas. Estamos ante una canción muy en la onda de composiciones pretéritas tales como “Before The Winter”. Se nota que no quieren perder la esencia de la banda, su sonido clásico. Prueba de ello es “Forever Is Today” (Porra / Porra), un tema rápido de sabor neoclásico donde estamos ante los STRATOVARIUS que todos conocemos. “Higher We Go” (Kotipelto, Kupiainen / Kotipelto) es otro intento de meter los pies en las aguas del pasado esta vez en una tesitura más melódica.

Pasamos ahora a la parte más lenta del disco con la balada “Somehow Precious” (Kotipelto, Kupiainen / Kotipelto) y la suite dividida en dos partes. La primera, “Emancipation Suite Pt. I: Dusk” (Porra / Porra), es de esas típicas composiciones largas a lo “Eternity”, mientras que la segunda, “Emancipation Suite Pt. II: Dawn” (Porra / Porra), tan sólo sirve para que el compacto tenga una pista más. Una no tiene sentido sin la otra por lo que considero una tontería separarla en dos piezas. “When Mountains Falls” (Porra / Porra) es una balada que intenta recuperar el espíritu de “Forever”, la mejor balada que haya grabado jamás STRATOVARIUS. Tristemente, se queda en eso, en un intento. Mas donde no se han quedado en un intento, ha sido en la pretensión de sonar a ellos mismos en ausencia de Tolkki. Han logrado sonar a STRATOVARIUS aunque, a mi juicio, se han pasado un poquito con los medios tiempos.

La responsabilidad de la elección del set-list para los directos ha quedado delegada en la persona de Timo Kotipelto. De modo que si no os gusta el repertorio, ya sabéis a quién tirarle los besos, o los tomates.


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