Desde que, en 2009, los alemanes ACCEPT se decidieran a seguir adelante,
lo han hecho muy en serio, golpeando directamente en el rostro a aquellos escépticos que dudaban acerca
de una propuesta musical válida y sólida sin la presencia de Udo Dirkschneider. Si ya era difícil la
tarea de hacer olvidar al icónico vocalista, casi igual de complicado resulta
mantener los niveles cualitativos presentados en recientes entregas. Y tras ese
retorno, con el fabuloso “Blood Of The
Nations”, son tres los discos que corroboran el estado de gracia del
quinteto, tres que hacen que el corazón de metal siga latiendo con una
envidiable salud. Quizá por ello, mantienen el mismo equipo desde su triunfal
regreso, es decir, que aparte de mantener inalterable la formación, también
conservan el procedimiento de trabajo, confiando nuevamente en el productor Andy Sneap. Por otro lado, también
continúan ligados a Nuclear Blast.
Un equipo ganador que no necesita variaciones. Al menos, eso consideran ellos
con muy buen criterio. Ahí están los resultados y he aquí otra muestra: “Blind Rage”.
Abren las puertas del corral con “Stampede”, el tema que
tomó la delantera de cara a la edición del álbum. Como no podía ser de otra
manera, una embestida certera para empezar. Ese potente tema que te noquea
desde el principio, con la banda en estado puro ejecutando uno de los cortes
más agresivos, rápidos y directos del disco. Parece como si quisieran que el
toro de la rojiza portada nos pasara por encima desde el inicio. Le sigue “Dying Breed”, que es un homenaje de
estos aventajados alumnos del metal a sus queridos maestros, a esos grupos
anteriores que les han marcado el camino. Referenciar canciones de JIMI HENDRIX, SAXON,
RAINBOW o MOTÖRHEAD, entre otros, es el método utilizado, amén de ese “We Salute You”, que señala directamente
a AC/DC. Curioso, porque en ese
mismo saco de bandas bien merece estar ACCEPT.
Con visos de ser de las que funcionen en vivo, musicalmente casa a la
perfección con lo que los germanos han presentado en los dos últimos álbunes, e
incluso deja una hilera de reminiscencias de ellos. Más lejano en el tiempo
estaría “Dark
Side Of My Heart”, que contempla el enfoque estilístico de discos como “Metal Heart”, devolviéndonos a los
años ochenta con un medio tiempo poderoso, 100% marca de la casa. Seguidamente, Peter Baltes marca el camino de una
marcha épica que alcanza su cénit en estribillo de “Fall Of The Empire”. Este vendría a ser el equivalente a “Shadow Soldier”, del anterior trabajo. Con “Trail Of Tears” se sacan otro corte
rápido e incisivo, con Stefan Schwarzmann disparando su doble
bombo y la banda acometiendo con una pieza más afín al power teutón de los años
noventa y posteriores. Por ello, no suena tanto a los ACCEPT más tradicionales. Pero para “sorpresa”, la siguiente. Tras una apertura acústica comienza a tomar cuerpo “Wanna Be Free”, que termina por empaparnos de unas marchosas
melodías que, al mismo tiempo, presentan el lado más accesible y comercial de
la banda. Sin ser una balada, resulta demasiado edulcorada para tratarse de
ellos, pero es resultona y pegadiza. Las señas de identidad que otorgan al
grupo el particular tratamiento de esos hímnicos coros juegan a su favor en
este corte, que quizá sea el que más pueda salirse del molde. “200 Years” es un canción con un encanto especial; cimentada sobre
unos galopantes riffs, tiene, por cómo la canta Tornillo y por su adictivo estribillo, un punto poderosísimo, el
cual se acentúa gracias unas harmonías de guitarra que brillan con luz propia y
a Wolf Hoffmann, quien adereza con
sus conocidas influencias neoclásicas. Continuamos con “Bloodbath Mastermind”, una introducción pausada y esos riffs, que parecen patentados por el
grupo, acuden prestos a dar guerra. Con él, suben las revoluciones antes de que
“From The Ashes We Rise” nos transporte
a una dimensión fascinante; puro ACCEPT
que presenta un tratamiento vocal muy logrado y una labor en los coros
sencillamente espectacular. Se podría decir que “The Curse” es la balada del álbum, e
incluso aquí, el nivel de los germanos rebosa maestría. Alcanzamos el final con “Final Journey”,
otro de los incendiarios, muy en la onda de “Stampede”, tanto que algunos riffs se parece muchísimo. Además,
por momentos me ha recordado a JUDAS
PRIEST (“Rapid Fire”) en algunas
melodías vocales, aparte de que Wolf
Hoffmann vuelva a deleitarnos con la inclusión de uno de esos punteos
inspirados en una pieza de música clásica, como ya hiciera en el tema “Metal Heart”, por ejemplo. Hasta aquí
la edición normal de este nuevo álbum, la especial adjunta un DVD con un
concierto en Chile.
ACCEPT ostenta un
sonido inconfundible y lo demuestran una vez más con “Blind Rage”. Sin embargo, no se han limitado a repetir la fórmula,
presentando para ello algunos detalles y un enfoque no tan habituales en
algunas piezas. Este álbum no resulta tan duro como los anteriores. Digamos
que, en líneas generales, es más variado y menos cañero, con gran cantidad de
momentos melódicos y emotivos. Y en función a esto, la voz de Tornillo explora más terrenos y por
ende, la banda más de lo mismo. En esa diversificación de las canciones se
puede apreciar una ligera evolución, pero nada que temer. No será óbice para
que los fans disfruten de otra joya metálica. Después de dos discos de gran
nivel, aquí se cumple la máxima de que no hay dos sin tres. “Blind Rage” es un señor álbum firmado
por una banda que no podría ser otra que ACCEPT.
Discográfica: Nuclear Blast.
Discográfica: Nuclear Blast.
Listado de temas:
01. Stampede
02. Dying Breed
03. Dark Side Of My Heart
04. Fall Of The Empire
05. Trail Of Tears
06. Wanna Be Free
07. 200 Years
08. Bloodbath Mastermind
09. From The Ashes We Rise
10. The Curse
11. Final Journey
Muy buena, como siempre Diego
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