Ahora que W.A.S.P. va a interpretar íntegramente su primer álbum en un nuevo tour por Norteamérica en el otoño de 2024 es inevitable que al líder de la banda le aborden con preguntas sobre si existe la posibilidad de colaborar con alguno de los antiguos compañeros que ayudaron a forjar ese maravilloso clásico de 1984. La respuesta es clara y su razonamiento extenso y cansino. Todo para decir que el personal que grabó ese disco ya no está a la altura de las circunstacias y alguna cosa más. Esto le contó Blackie Lawless a Chris Akin:
“Recuerdo haber tenido esta misma charla con alguien que pasó por lo mismo, que básicamente había perdido a su banda original y tuvo que reconstruirla con músicos de estudio. Recuerdo que en ese momento me dijo: ‘Estos tíos lo clavan, son geniales estos músicos’. Hasta pasados unos años, no comprendí a qué se refería y no me puse a comparar lo que fue su banda original con la que había creado después con músicos realmente excelentes. Y tenía razón. Esto es lo que nos pasó a nosotros. Cuando comenzamos, y esto se remonta a lo que estábamos comentando antes sobre desarrollar tus habilidades como compositor, sobre mejorar como músico, sobre saber usar el estudio como herramienta… Con todo eso que aprendes, los discos mejoran, pero se vuelven más complejos. Alcanzas un punto en el que la musicalidad empieza a crecer. No todos los componentes de una formación original crecen juntos, o crecen en la misma dirección. Todos hemos escuchado ese viejo dicho de ‘Bueno, rompimos por diferencias musicales’ y, por muy cursi que pueda parecer, muchas veces es verdad. Y realmente te encuentras con gente que crece en una distinta dirección, y con gente que no puede seguir el ritmo del resto de la clase. De modo que, por una razón u otra, les llegará el desgaste a los chicos, y más cuando comienzas a meterte en un material más complicado”, comenta un Lawless de lo más parlanchín. “Realmente no se puede comparar la banda. Tanto el primer disco que hicimos, como la magia que hay en él. Y lo reconozco no como un fan, sino como la persona que lo creó. Una vez más, no lo podrás ver como un seguidor medio, porque no puedes, estás en una burbuja. No puedes verlo como ellos lo ven, pero tienes que poner los oídos y escuchar lo que dicen. Estés o no de acuerdo, tienes que escucharles y tratar de tomar en consideración lo que dicen. Sin embargo, cuando llegas a un punto en el que la banda crece, como particularmente fue nuestro caso, al pasar del primer álbum a ‘The Headless Children’ (el cuarto disco), ves que la banda que hizo ese primer disco no podría crear este. Era imposible. Las habilidades musicales requeridas para ‘Headless…’ eran muy diferentes a las que se necesitaban para realizar el primer álbum. Ese disco se hizo con actitud, mocos y saliva. Fue un disco cabreado por una banda cabreada, y me recuerda a la película ‘Rocky 3’, donde Rocky quiere pelear con Mr. T y Burgess Meredith, quien interpreta su mánager Mickey, le dice y le insiste: ‘No puedes luchar con Mr. T. No puedes ganar’. Y Rocky le contradice: ‘Sí, sí puedo. Sí, sí puedo’. Su mánager dice: ‘Todos los luchadores creen que entre ellos hay uno que es mejor. Lo peor que le podría pasar a un boxeador te ha pasado a ti. Te volviste civilizado’. Eso les pasa a las bandas de rock”.
Entonces W.A.S.P se debe de haber vuelto una banda civilizada, o al menos lo que queda en ella de la formación original, es decir, Blackie. El macarrismo de los comienzos quedó atrás. Y a todo esto, Lawless prosigue: “Al principio de esta conversación te referiste a los primeros cinco años que pasa junta una banda. Si miras hacia atrás y atiendes a los grupos que te gustan, sentaron las bases durante esos primeros cinco años. Casi todas las bandas encajan con esta premisa. Existen algunas excepciones. Y eso no quiere decir que después de esa etapa no puedan seguir creando grandes álbumes juntos, pero se afianzaron en esos primeros cinco años. Luego se mueven y crecen, cambian o se transforman en distintas direcciones”.
De vuelta al primer álbum de W.A.S.P, Blackie continúa: “Aprecio el nivel de energía que brotó en ese primer álbum, de verdad. Pero, ¿cómo me acerco a los chicos con los que he estado tocando durante 25 años y les digo: ‘Vuestra estancia en la banda ha sido cinco veces más larga que la de los tipos con los que trabajé al principio, pero no podéis tocar en esta gira’? No puedo hacer eso. Y, en segundo lugar, haremos el show en dos mitades. La primera comprenderá el primer disco íntegro y la segunda será una especie de ‘grandes éxitos’. La banda que ha de tocar el primer set tiene que estar capacitada para poder hacer el segundo también”.
Para finalizar con su alargada respuesta, concluye: “Escucha, entiendo perfectamente el romance que tiene la gente con la idea de una formación original, pero yo, como una persona que está en el escenario, tengo que comprender que no importa cuánto público quiere que esto sea así. Mi responsabilidad hacia ellos como adquiridores de una entrada es poder brindarles el mejor espectáculo posible. Esa es la responsabilidad que tengo hacia vosotros. No importa lo que creáis que queréis, yo sé que tengo que ofreceros lo mejor. Y, otra vez, cuando se trata gente ha estado fuera del juego durante mucho tiempo, para nosotros hacer lo que nos sugieren, que lo haga la banda original, me parece prácticamente imposible. Olvídate de ese escenario de matrimonios y divorcios, de reunir a la formación original como si fuera ir de vacaciones familiares con tu ex esposa sólo para hacer felices a los niños, lo cual no es del todo falso, porque hay mucho que decir al respecto. Pero a medida que pasa el tiempo, si no permaneces en este juego y te mantienes activo, lo echas a perder. Todos hemos contemplado situaciones que a priori iban a ser geniales y luego te das cuenta de que no, que ya nunca podrá ser lo que fue; a menos que estés trabajando con gente constante, que se ha mantenido en forma, que lo ha dado todo por seguir en ese nivel. De lo contrario, saldrían ahí y no sería nada bueno. Y no puedo hacerle eso a nuestros fans”.
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