Fue el 30 de octubre de 1990. Axl Rose no fue nunca reconocido como una hermanita de la caridad y ese día volvió a liarla, siendo detenido por la policía de Los Angeles. El motivo: golpear con una botella de vino a su vecina, Gabriela Kantor. También arrojó las llaves de su coche desde un duodécimo piso y la tiró un trozo de pollo, según palabras de la propia demandante.
En su defensa, Rose alegó que su vecina llevaba tiempo acosándole y que, en esta ocasión en concreto, se excedió sobremanera con el volumen de la música. Por ello, se personó a recriminarla. Ella regresó después al umbral de su apartamento. “Ella estaba golpeando la puerta intentando entrar. Si está lesionada, es porque se ha golpeado contra la puerta. Se lo ha hecho ella misma”, sostuvo el cantante en su declaración a los agentes de la autoridad.
Los argumentos del vocalista fueron desestimados por la policía, que le invitó a un arresto. Poco después le tocaría a Axl pagar: saldría en libertad tras abonar una fianza de 5.000 dólares.
Más adelante, en un artículo para el magazine “People”, Rose continuó excusándose tildando a su vecina de “fan obsesionada”, culpándola de llamar a su familia y amigos de Indiana diciendo que él proporcionaba heroína a los niños y cosas por el estilo. “No sé lo que significo para ella. Gabby quiere un lugar muy grande en mi vida y no es capaz de soportar ser rechazada”.
El incidente inspiraría el texto de una canción: “Right Next Door To Hell”, incluida en el primer volumen del álbum “Use Your Illusion”. Atendiendo a una de las líneas de su letra, no hace falta señalar a quién va dirigido ese “Fuck you, bitch!”.
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