Al
líder de MOTÖRHEAD, Lemmy
Kilmister, le vaticinaron “de dos a seis meses de vida” cuando se le diagnosticó
un cáncer terminal.
El manager de la banda, Todd
Singerman, ha revelado a Sky News que Lemmy fue al hospital dos días después
de la fiesta de cumpleaños en su honor que se celebró el 13 de diciembre en el
Whisky A Go Go de Hollywood, California, al no sentirse bien. Aunque sus médicos
inicialmente le vieron saludable, decidieron hacerle un escáner cerebral antes
de darle el alta porque su habla se había vuelto un tanto extraña. Querían ver
si quizás estaba aquejado de una pequeña apoplejía. Desgraciadamente las
pruebas revelaron sendos tumores en cerebro y cuello.
Singerman, que ha estado con la banda
más de 25 años, contaba a Sky News
el lunes (ayer) lo siguiente: “Nadie
tenía ni idea, lo supimos el sábado, dos días antes, que tenía cáncer, y el
doctor le dijo que tenía entre dos y seis meses de vida. Murió hoy, mientras
llamaba a Phil [Campbell] y Mikkey [Dee], diciéndoles
que vinieran para darle un último adiós. Estaba fuertemente decaído… No
esperaba morir así”.
El
manager añade: “Él se fue a casa (tras el tour), tenía una fiesta de cumpleaños en el
Whisky A Go Go. Sus amigos fueron y tocaron. Dos días después, podría decir que
él no se encontraba bien, de modo que le llevamos al hospital, le dejaron ir, y
luego, tras el escáner cerebral encontraron el cáncer en el cerebro y en el
cuello… Los médicos vinieron con los resultados un par de días después y
dijeron… es terminal”.
La fotografía que sigue
fue tomada en Berlín, el 11 de diciembre, en lo que fue el último show de MOTÖRHEAD. La instantánea ha sido difundida por el acompañante de Lemmy en ella, Sven Dirkscheider, hijo de Udo, antiguo vocalista de ACCEPT y líder de su banda U.D.O.
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