PHRYGIAN GATES es un proyecto musical que tomó forma de la mano de dos hermanos músicos: Samuel Axelsson y Juan A. Jiménez. “Black Lines” Esta obra se gesta a medio camino entre Mérida y Örebro, o lo que es lo mismo entre España y Suecia, lugares de residencia de ambos instrumentistas.
Este disco fue producido y masterizado por el propio Samuel en los estudios Rockgymnasiet de Örebro (Suecia), lugar donde se encuentra afincado. Él es el principal motor de esta aventura, pues a excepción de la batería, se atreve con todo.
Cabe citar que ambos músicos ya formaron equipo en una banda de death metal llamada Of Death And Drama con la que llegaron a editar tres demos. Curioso cuando ahora parecen una banda de virtuosos totalmente alejados de ese estilo.
La denominación de la banda ya apunta a un refinado conocimiento musical (Phrygian Gates es una pieza de piano compuesta por John Coolidge Adams a finales de los años setenta), cualidad que se plasma en la colección de cortes que integran “Black Lines”.
El compacto se abre con “Massacre Designs”, donde partiendo de una base de metal progresivo, se recogen pasajes cercanos al AOR o desvergonzadas partes de jazz. Rápidamente, muestran que lo suyo no se estanca en un estilo concreto. Pueden ser del agrado incluso de fans de bandas de grunge y de las que recogieron su testigo como se demuestra en el segundo tema “Sense Of Salvation”. En “Maligne Tales” se inclinan por darle más protagonismo a la recurrencia de las melodías vocales sin perder de vista esos intensos pasajes instrumentales con los que enriquecen todos los temas de este trabajo.
Su mundo intimista recoge lo mejor del rock progresivo en un tema instrumental de nombre “Contrast”. Y correctamente encadenada le sigue “Separate Lives” en la que ‘Sako’ saca por momentos la furia de antaño para astillar la batería sin piedad, mientras Samuel se luce espléndidamente a las seis cuerdas.
Una de las bandas que creo han influenciado bastante a estos músicos es DREAM THEATER y reflejos de ello podemos encontrar en “Death To Follow (The Revolution Of Mankind)”, una pieza que a mitad de tema encuentra un cambio de ritmo que conduce a unos riffs bastante heavys, probando una vez más de que PHRYGIAN GATES edifican su música mediante grandes desarrollos instrumentales. La siguiente “The Moon... Erotica (Tribute)”, devuelve al conjunto a ese envolvente y paisajístico universo musical que elucubran.
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En el tema que da título suenan más rockeros. Si bien “Black Lines” es el corte más asequible en primera instancia, también hay tiempo para dar rienda suelta al despliegue técnico del que hemos hecho mención hasta el momento. Como deja intuir este trabajo, nace más del gusto por la música que de la comercialidad que ésta pueda transmitir. “After The Rain” vuelve a centrarse en el apartado exclusivamente instrumental, dejando una relajante partitura como punto y final de este álbum. Un tema con cierto regusto a PINK FLOYD, otro foco de inspiración para estos músicos como se ha podido constatar durante el transcurso de estas nueve canciones.
La única pega que le pondría a este trabajo es la voz, que en algunos momentos la encuentro un tanto deslucida, pero partiendo de que estamos ante un multiinstrumentista que se lo guisa y se lo come casi todo, es normal que algo se le de peor, que no mal. En el plano instrumental la banda va sobrada. Mucho.
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Definitivamente, dentro del eclecticismo de PHRYGIAN GATES hay un conglomerado amplísimo de influencias, que pasan por el metal, el progresivo, el alternativo, el avant-garde,… Sea como fuere, este disco está lleno de calidad e imaginación.
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