La banda comandada por Dave Meniketti (voz y guitarra) y su fiel escudero Phil Kennemore (bajo), lleva tiempo girando acompañados de John Nymann (guitarra) y Mike Vanderhule (batería). Con ellos se ha gestado este trabajo que aventuro servirá para darle una alegría a los fans. Frontiers Records se ha unido a la causa.
Empezamos con “Prelude, On With The Show”, que como su propio nombre indica sirve de preludio a “On With The Show”, uno de los temas más directos y heavies de todo el álbum, con un gran trabajo de guitarras y un coreable estribillo. “How Long” suena verdaderamente poderosa gracias a esa solidez que infunde su riff. Hard Rock marca de la casa lo encontramos en “Shine On” o “I Want Your Money”, en la que Y&T sacan su vena más chulesca.
“Wild Child” es un medio tiempo melódico y a la vez bastante bluesero. “I’m Coming Home” fue el tema que anticiparon: un single que busca forjarse cruzando “Forever” y “Midnight In Tokio” si atendemos a su base rítmica, el estribillo tira para otro lado pero sin salirse de la tradición hardroquera americana de los ochenta. Suponemos que es el que pretende ser el buque insignia de este disco.
Caemos en una onda más calmada en “If You Want Me”, tema tranquilo en el que se aprecia a un Meniketti sensacional, con su voz comandando una fantástica balada muy al estilo de la banda. “Hot Shot” va más en una tesitura hardrockera del estilo de AC/DC.
“Blind Patriot” es de los más rápidos y potentes. “Don’t Bring Me Down” tiene una introducción acústica y se va desarrollando dentro de los parámetros más cercanos al blues de todo el álbum. “Gonna Go Blind” tiene un toque de hard rock sureño, mientras que “One Life”, adornada con unos grandes coros, y “Losing My Mind” con un buen trabajo de guitarras orientadas al blues, rematan la selección de canciones que componen “Facemelter”.
Creo que Meniketti y compañía deben estar satisfechos con el resultado final de esta nueva entrega, pues han conseguido transmitir el sonido de sus grandes obras del pasado. Hecho intencionalmente buscado y hábilmente conseguido. Incluso han recurrido al portadista John Taylor Dismukes, quien ya había trabajado con Y&T en las cubiertas de “Black Tiger”, “Mean Streak” y “In Rock We Trust”. Y es hasta la esencia de esos trabajos donde quería llegar la banda. Otra cosa es que iguale a discos maestros como los mencionados, pero lo mejor de todo es que no está tampoco muy lejos de lograrlo. Los fans deben estar contentos. Ahora sólo queda esperar que nos obsequien con una gran gira y otro nuevo álbum dentro de no muchos años y no sigan en sus trece.
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