domingo, 8 de marzo de 2015

ALBUM REVIEW: VISIGOTH - "THE REVENANT KING" (2015). Crítica de Diego González.




Eran muchísimas las ganas que algunos teníamos que por fin los norteamericanos VISIGOTH lanzaran su primer álbum completo. Tanto su demo “Vengeance” como su EP “Final Spell” mostraban una aguerrida propuesta de auténtico metal. Muy buenas maneras para una banda que habría de consolidar su oferta con un álbum. Ese es “The Revenant King”.

Provenientes de las gélidas tierras de Salt Lake City, tampoco han pasado desapercibidos a los oídos de Brian Slagel, quien les ha procurado el debut con su sello Metal Blade.

“The Revenant King” ha sido producido por el batería de SubRosa Andy Patterson en Boar's Nest Studio, en Salt Lake City, mientras que Alan Douches se ha encargado de la masterización en los West West Side, de New Windsor, Nueva York.

El conjunto está compuesto por Jake Rogers (voz), Jamison Palmer (guitarra), Leeland Campana (guitarra), Matt Brotherton (bajo) y Mikey T. (batería).

La portada evoca las ilustraciones de bandas como CIRITH UNGOL o MANILLA ROAD. Ciertamente, también existe el parecido musical. Es hora de levantar el hacha de guerra al son de la furia que destila su música. Temas principalmente largos, que oscilan entre los 6 y 8 minutos, sin dejarse llevar por introducciones ni cosas por el estilo. Sólo metal con una potente carga épica. Dicho esto, VISIGOTH aglutina influencias del metal más tradicional, el Heavy Metal épico, el Speed Metal, la NWOBHM y algo de doom. El corte homónimo del álbum, el extenso “The Revenant King”, es un ejemplo apropiado acerca de lo que representa la banda. Más de ocho minutos de corte, que no se debilitan para nada, para empezar. Fuertes y metálicos. La voz de Rogers encaja como un guante en el estilo y por comparar, puede guardar parecido con la de JB Christoffersson, de GRAND MAGUS, otra banda de similitudes musicales obvias. Tras esta primera iracunda salva que devuelve a la vida a un rey para recuperar lo que es suyo, siguen contentando a los dioses del metal con esplendorosas piezas como “Dungeon Master”, cuya sección intermedia puede albergar reminiscencias de MANOWAR y donde se pone de relieve la buena pareja de guitarristas que conforman Leeland Campana y Jamison Palmer. Vuelven a agitar la bandera del true metal con “Mammoth Rider”, en la que además de tener un riff a lo DIO, dejan que se desvanezca en su parte final en una onda más doom tipo CANDLEMASS o SOLSTICE. El mamut continúa aplastando infieles a su paso. Incluso cuando ralentizan suenan más heavies que el trueno. Lo que parece ser una épica balada en el inicio de “Blood Sacrifice” no es más que el poderoso y grandilocuente preludio de otro estallido metálico. Son muchos los momentos para alzar el puño junto a los hermanos del metal, pero el que convoca a ello más que ningún otro es “Iron Brotherhood”, himno de poder implacable, de estribillo bombástico que se enfatiza con cantos a capela y con el bajo sirviendo de apoyo, al más puro estilo de los primeros MANOWAR, porque de los de DeMaio, este tema tiene bastante influjo, véase la cadencia de su riff principal. Pero para hablar de himnos, “Necropolis”, esencial en la discografía de MANILLA ROAD, tema que se ajusta fácilmente a lo que hace VISIGOTH. Las guitarras iniciales de “Vengeance” hacen, por un momento, como si estuviéramos escuchando a BLIND GUARDIAN para pasar de inmediato a unos galopantes ritmos. Con diversos cambios de tempo, su parte lenta es emocionante y emotiva. “Creature Of Desire”, regrabada del mini LP, es toda una joya que huele a cuero y tachuelas, y revela que la NWOBHM no está tan lejos de Salt Lake City. El lado más épico del quinteto recobra su brillo en la final “From The Arcane Mists Of Prophecy”, casi diez minutos que nos transportan a tiempos de hechizos y brujería. Es el tema que contiene los segmentos más oscuros y místicos, pero se mantiene inquebrantablemente heavy y poderoso. En su desarrollo vuelve a sobresalir algún pasaje más doom, e incluso osan a meter un violín, que pasa casi inadvertido y que ni puñetera falta hará en directo. Y es que lo de VISIGOTH es metal a la vieja usanza, metal sin más aditivos.

“The Revenant King” contiene una selección de canciones épicas, propensas a ritmos galopantes, riffs forjados en la batalla y atrayentes armonías de guitarra que los fans de grupos como los primeros MANOWAR, CIRITH UNGOL, MANILLA ROAD o formaciones más actuales como GRAND MAGUS sabrán agradecer. Lo mejor de todo, que siguen apareciendo defensores del metal en los lugares más inusuales, portadores de una antorcha que no dejarán apagarse. En los salados lagos de Utah, cinco chicos han encendido una que comienza a brillar en la lejanía.

Discográfica: Metal Blade.

Listado de temas:

1. The Revenant King
2. Dungeon Master
3. Mammoth Rider
4. Blood Sacrifice
5. Iron Brotherhood
6. Necropolis
7. Vengeance
8. Creature Of Desire
9. From The Arcane Mists Of Prophecy


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