jueves, 28 de julio de 2011

SEVEN WITCHES: "CALL UPON THE WICKED" (2011). Review de Diego González.



SEVEN WITCHES es la banda del guitarrista Jack Frost, no en vano es el único componente original que queda de aquel primer disco del grupo, “Second War In Heaven” (1999). Nuestro protagonista, lleva años poniendo su guitarra al servicio del Heavy Metal en numerosos proyectos, siendo de los más destacado su paso por SAVATAGE.

“Call Upon The Wicked” supone el octavo disco de SEVEN WITCHES, cuatro años después de “Deadly Sins”, un trabajo que supuso una búsqueda de nuevos horizontes arrimándose a sonidos más modernos con el vocalista Alan Tecchio al frente. Ahora Frost recupera a James Rivera (vocalista), recluta a su amigo Michael Lepond (bajista de SYMPHONY X) y al batería Taz Marazz y logra configurar un combo que de cara a la galería es de lo más atractivo. Si incluso se pretende devolver el sonido más clásico de la banda, qué menos que estar atento a este lanzamiento, el cual ha sido grabado en los Lickman Studios con Mike Lepond (SYMPHONY X) y Joey Vera (ARMORED SAINT, FATES WARNING, ANTHRAX) como co-productores del propio Jack Frost.

El disco se abre con “Fields Of Fire”, single para el que han registrado un videoclip. Comienza con Rivera soltando agudos y termina por dar lucimiento a todos los componentes, dejando incluso apreciar algún toque progresivo. Esta canción, de temática bélica, se sale del concepto lírico de un álbum que pone a la discriminación de la mujer desde el comienzo de los tiempos como motivo sobre el que giran las letras.

Que Rivera no escatima en notas altas no es nada nuevo, dejando constancia de ello en todas y cada una de las pistas, como “Lilith”, otro ejercicio abundante en riffs y currados solos. El tema “Call Upon The Wicked” contagia a través de los coros de su estribillo antes de que las guitarras evoquen al sonido de JUDAS PRIEST. Este es, posiblemente, el corte más destacable del álbum. Más Heavy Metal en “Ragnarok”, donde incluso hay hueco para un mini solo de bajo de Lepond. Todo esto antes de llegar al corte más novedoso en cuanto a la trayectoria de SEVEN WITCHES se refiere, “End Of Days”. Lo que parece un interludio acústico no son sino lo primeros compases de esta épica pieza de más de nueve minutos que presenta diversos pasajes musicales e incluye, por primera vez en la historia del conjunto, una voz femenina, la cual forma dúo con Rivera, dando ese enfoque inédito hasta la fecha. “Mind Games” se perfila como uno de los cortes de los más rápidos junto con el siguiente y más veloz aún “Harlot Of Troy”, rayano al speed metal con influencias nuevamente de JUDAS PRIEST. El último tema es la versión que se marcan del tema “White Room”, de CREAM. Ciertamente no casa nada con el disco por mucho que le hayan dado un enfoque más heavy. Al parecer su grabación e inclusión atiende al capricho de James Rivera, confeso admirador de esta canción.

Ocho temas de puro Heavy Metal, más una versión, en los que se vislumbran las virtudes de Rivera, la imaginación de Frost, la destreza de LePond y el porqué de la posición de Marazz como acompañante de estos grandes instrumentistas. Desperdiciar el talento de estos músicos hubiera sido un pecado. “Call Upon The Wicked” sirve para reconducir el sonido de SEVEN WITCHES por la senda más tradicional. En líneas generales, logra superar con creces a su desafortunado predecesor, pero deja una sensación un tanto agridulce, como si le faltara algo. O más bien, como si se esperara más de él. Como venía diciendo, este disco es mejor que el anterior, pero dista leguas de las dos obras previas con James Rivera a las voces.

Discográfica: Massacre Records.

Puntuación: 7,2/10.

Listado de temas:

1. Fields of Fire
2.
Lilith
3. Call Upon the Wicked
4. Ragnarok
5. End of Days
6. Mind Games
7. Harlot of Troy
8. Eyes of Flame
9. White Room


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