lunes, 23 de agosto de 2010

CRÓNICA LEYENDAS DEL ROCK 2010. Viernes 13 de agosto. Crónica de Heavy Metal Fire.


Comenzaba una nueva jornada de conciertos con Cuatro Gatos pero tristemente no llegamos a tiempo para ver su actuación y lo hicimos cuando Beethoven R. ya estaban posicionados sobre las tablas. En el tiempo que pudimos disfrutar de ellos cayeron temas como “Loco”, “Un Poco Más”, “Quiero” o dos temas ineludibles en sus repertorios como fueron el “Más Sexy” de Coz y “El Guardián De Tu Piel”, con las que terminaron de rematar su actuación que ya había movilizado a bastante gente.



El día anterior se confirmaba la caía del cartel de los holandeses Picture. Pese a que no son muy conocidos por estos lares, son toda una banda de culto dentro de la expansión europea de la NWOBHM y atesoran grandes discos como “Diamond Dreamer” o “Eternal Dark” e incluso ese fenomenal trabajo de retorno de año pasado (“Old Dogs, New Tricks”, que ya reseñamos aquí en su día), pero también tienen otra cosa: una falta de respeto por su público. Aquí tendrán pocos fans, pero los tienen. Y alguno seguro que se recorrió más de media España por verlos. Digo esto, porque al parecer no vinieron porque no les dio la gana. Al menos eso argumentó la organización. Y me lo creo, porque en sus páginas oficiales no hay un mísero comunicado pidiendo disculpas o algún tipo de manifiesto al respecto de su ausencia en el festival.


No se puede hablar en los mismos términos de sus sustitutos, ÁNGELUS APÁTRIDA, que no dudaron en presentarse allí y hacer lo que mejor saben hacer: poner patas arriba el recinto a base de Thrash Metal de primera línea. ¿que faltaba una banda de este estilo en el cartel? Pues hala. Temas ya clásicos en su repertorio “Give em War” o “Corruption” (dedicada a Camps) cruzaron fuego con piezas de la nueva hornada como “Clockwork”. Aunque eché de menos temas como “Vomitive” o “The Calm”, no se les puede reprochar nada. Finalizaron a lo grande con “Thrash Attack” poniendo el cierre a un intenso y demoledor show que revaloriza todavía más a una banda que se ha ganado por méritos propios un respetado status internacional.



Una de los conjuntos que tenía especial motivación por ver era SOBREDOSIS. Sinceramente no esperaba mucho, pero me equivoque plenamente. Una banda que pese a que no se prodiga en demasía por los escenarios, se vivifica a sí misma con actuaciones como esta. Desde los primeros acordes de “Chico”, aquello ya se aventuraba especial. “Dinosaurio”, “Corriendo Salvajemente”, “Sangre Joven” y “Bajo El Fuego” eran los siguientes en caer, con Sasa en todo momento muy activo y con muchas ganas liderando el cotarro. Llegados a este punto, se me escapa algún tema, no así “Dinero, Mujeres Y Rock” y una canción, “Grita Rock And Roll”, que desconocía por completo. La tanda final llegó con “Caliente Como Un Volcán”, una vacilona “Tú No Eres El Mejor” y todo un himno del Heavy Metal patrio como “Alíate”, con la que se izaba la bandera de clausura de un concierto memorable de una remozada banda que supo estar a la altura en todo momento.



La carrera de Leo Jiménez tras su salida de Saratoga nunca me atrajo mucho. De modo que no me veo en la tesitura de emitir un juicio justo sobre su actuación. Sí puedo decir que entre piezas de su trabajo “Leo/037” como “Caminos De Agua”, “Bella Julieta” o “Bebe De Él” intercaló covers como el “Shattered” de Pantera, que Leo bordó magistralmente, o una sorprendente interpretación de “El Límite” de La Frontera, incluso llegó a amagar con el “Hago Chas Y Aparezco A Tu Lado” de algún espécimen popero andante. En fin… Para gustos los colores.


MANZANO tiró de un variado repertorio centrado en sus diversas etapas, predominando temas del “Duro Y Potente” de Banzai, pero sin obviar sus Emercency o su inevitable era bajo su propio apellido. Los dos primeros temas, “De Nuevo En Acción” y “Listo Para Atacar”, tenían unos títulos lo suficientemente reveladores y explicativos como para explicar lo se nos venía encima. La banda comenzaba desde el inicio a dar muestras de su clase con Jose Antonio siempre como foco de todas las miradas. Luego sonaba “Red Hot”, versión inglesa de “Fuego Blanco” (como bien explicó el vocalista en su presentación), seguidas del “Grita” de Banzai, y el “Moving” de su andadura suiza con Emergency. Tampoco faltaron canciones como “Siéntelo Fuerte”, que me gustó especialmente, o más temas de Banzai como “Luces”, “Se Terminó” o “Duro Y Potente”. Muy buen sonido y precisa actuación de MANZANO y su gente, que dieron toda una lección de saber estar en un escenario.



La verdad es que tras contemplar el buen hacer de verdaderas leyendas del rock marcándose conciertazos, la actuación de PANZER me dejó un sabor agridulce. Carlos Pina tiene una fantástica banda escudándolo, pero el hombre no canta apenas y pasea sin cesar el micrófono por las primeras filas. Una pena, porque una selección de temas como los que ofrece PANZER en sus conciertos no tiene desperdicio. “Galones De Plástico”, “Toca Madera”, “Dios del rock”, “Fuego Prohibido”, que contó con la colaboración especial de Carmen, vocalista de Oker, “No Hay Quien Nos Pare”, “Junto A Ti”, “Perro Viejo” o “Panzer” tienen mucha chicha y hacen reverdecer parte de la historia de nuestra música, pero ahí falta algo.



A modo anecdótico, me quedo con dos perlas que soltó Carlos Pina durante su estancia en el escenario: “Las dos cosas que más me gustan son el rocanrol y la lluvia” o, agárrate, “La lluvia nunca fue un impedimento”. Todo esto rodeado de unos nubarrones negros que no demoraron en descargar su furia. Cayó la del pulpo. Vamos que un octópodo de nombre Paul estaría en su salsa, y los demás buscando refugio en las zonas techadas ya fueran de los puestos o de la zona de la barra, en la que no cogía un alma.


También, y sirva de curiosidad, gente de Korpiklaani y Lizzy Borden salieron al escenario a saludar a los valientes que aguantaban allí en pleno diluvio y un tanto ligeritos de ropa.



Bien, pues para ese día nos quedamos sin ver a las bandas que quedaban por salir a tocar: Korpiklaani, Lujuria, Lizzy Borden, Warcry, Obús y Muro.


Cuando salimos del recinto, la entrada estaba completamente anegada. Cruzamos un charco que cubría hasta casi las rodillas y no sabíamos hasta qué punto la tromba de agua podía haber afectado al festival. El panorama no se aventuraba nada halagüeño. Ya veríamos qué acontecería en la jornada siguiente…

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