A partir de ahora también podemos incluir en esa prolífera lista a Steelwing, conjunto de Estocolmo formado por tres jóvenes músicos salidos de un conjunto llamado Hellevator (Robby Rockbag, guitarrista; Alex Vega, guitarrista y Oscar Åstedt, batería), que completaron el presente proyecto en 2009 con el vocalista Riley y el bajista Skürk. Así nace Steelwing, no tardando en pincelar una primeriza obra llamada “Lord Of The Wasteland”.
Una entrada de batería calcada a las de “Am I Evil?” de Diamond Head cruzada con unas guitarras de la escuela maideniana edifican el sonido de “Enter The Wasteland”, tema introductorio del álbum que deja el testigo en “Headhunter”, donde Steelwing muestra sus cartas con un Heavy clásico de marcada influencia ochentera y con Iron Maiden como notoria influencia. Primeras muestras del arsenal sónico de Steelwing y de la potencia vocal de Riley en un acojonante final de tema.
“Roadkill (…Or Be Killed)” es el sencillo del trabajo y posiblemente el corte más representativo, con buenos riffs y potentes coros, sin un ápice de modernidad o de hueca innovación, como refleja también “Sentinel Hill”. Para “The Ilussion” han grabado un segundo videoclip. Aquí destaco la labor de los dos guitarristas y esas guitarras dobladas que comandan el tema.
Iron Maiden es el más claro referente, sí, pero hay más. Por ejemplo, “The Nightwatcher” suena a sus compatriotas Wolf, aunque el recuerdo de la “doncella” vuelve a iluminar a “Under The Scavenger Sun” (sobre todo en el tramo final) y “Point Of Singularity”, donde las galopantes bases rítmicas, los constantes cambios de ritmo y los omnipresentes juegos de guitarras del dúo Rockbag y Vega configuran otra pieza de enérgico Heavy Metal. Con un aire más místico, terminan de la mano de “Clash Of The Two Tribes”, canción que tiene un tramo cercano a las líneas vocales del “Hangar
Me ha gustado especialmente cómo rematan las canciones estos chicos, dejándote con las ganas de que llegue ese momento de éxtasis final, así como la labor de sus guitarristas y la no menos encomiable del vocalista que termina muchos temas aleccionando con agudos tremendos. Todo ello, puntos a favor de una banda con mucho futuro por delante.
“Lord Of The Wasteland” es otro magnífico vehículo para viajar a los ochenta, sobre todo para reverdecer el sonido de los clásicos Iron Maiden, pero tampoco son un calco o unos imitadores de esta banda, sino más bien grandes admiradores, diría yo. Además, también se pueden encontrar semejanzas con los más poderosos Hammerfall o Judas Priest, e intuyo que son grandes fans de sus compatriotas Wolf. Pero como digo, la base de su música radica en los años ochenta.
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