Heavy Metal Fire: STRATOVARIUS, Sala La Riviera, Madrid, 15-01-10. Crónica de Heavy Metal Fire.

lunes, 25 de enero de 2010

STRATOVARIUS, Sala La Riviera, Madrid, 15-01-10. Crónica de Heavy Metal Fire.

Todavía recuerdo como si fuera ayer la primera vez que Stratovarius vino a España. Corría octubre de 1996 cuando los teutones Gamma Ray, que siempre se han rodeado de magníficos teloneros, trajeron a una prometedora banda finesa que se estaba erigiendo como banda revelación del power europeo con la edición de un enorme disco llamado “Episode”. El cartel lo completaban los alemanes Rage.

De aquella formación de Stratovarius sólo Kotipelto, Michael y Johansson continúan en el grupo. Desde entonces son muchísimas las veces que los fineses han visitado nuestro país, convirtiéndose en una de las bandas asiduas de nuestros escenarios. Es por esto, que quizá se entienda la merma de público de aquel viernes.

Pero lo que realmente me llamaba la atención era ver a los Stratovarius post-Tolkki, ver cómo se las apañan sin su líder de toda la vida, ver si hay vida más allá del orondo guitarrista.

La introducción grabada de “Destiny” nos anuncia el inminente comienzo del concierto, que arrancaba con la esperada “Destiny”. La banda empezó a sonar muy bien desde la primera nota. Seguidamente, enlazan este tema con uno de los hit-singles de la banda, “Hunting High And Low”. Es después cuando Kotipelto nos presenta al nuevo guitarrista Matias Kupiainen. Una presentación muy al estilo de cuando Saxon toca el “Princess Of The Night”. La canción en cuestión era “Speed Of Light” y la velocidad sonora se apodera de la sala. Bajan un poco el pistón con “The Kiss Of Judas”, antes de interpretar la primera pieza de su nuevo trabajo, “Deep Unknown”. Curiosamente, las piezas más cañeras de “Polaris” brillarían por su ausencia.

Siguen con “A Million Light Years Away”, un tema que puede resultar algo sorpresiva su inclusión en el set. La balada de aire nórdico y de profunda huella de Stratovarius, “Winter Skies”, sirve de respiro antes de que “Phoenix” elevara nuevamente la potencia de la actuación. Tras ésta, se marchan los músicos dejando a Lauri Porra que se explaye con su bajo, primeramente al ritmo de la B.S.O. de “El Bueno, El Feo Y El Malo” y después prosiguiendo con virguerías varias a las cuatro cuerdas. No tardaría en acompañarle Matias Kupiainen, que también tendría seguidamente su momento para demostrar porqué es el reemplazo de Tolkki.

Tras sendos solos, dejamos atrás el momento instrumental para volver a la más rabiosa actualidad de Stratovarius con “Forever Is Today”. Los temas del nuevo álbum parecen tener menos aceptación, no así clásicos como “Paradise”, que es una inyección de vitalidad para los asistentes. Y tirando de auténticos clásicos, Kotipelto nos presenta un tema de “Fouth Dimenssion”: “…From the ‘Fourth Dimenssion’ album, Against the…, Againt the…Against the Wind”. Y “Against The Wind” fue de lo mejor del show. Pero antes de los bises les quedaba algo más, “Eagleheart”, tras la cual se tomarían un breve descanso.

Retoman el escenario de la forma más calmada y emotiva posible con “Forever”, la enorme balada del no menos gigante “Episode”. Era evidente que ahí no acababa la cosa y sin cambiar de álbum nos deleitaban con un atronador “Father Time”. El concierto vivía sus últimos estertores a un ritmo trepidante. Y todos sabíamos que quedaba algo más. Kotipelto se dirige ahora a Johansson, para preguntarle qué tal andaba (de cervezas bien, matizo yo). Era evidente que el teclista tendría un papel importante en el siguiente tema. Todos sabíamos cuál era. Sí, “Black Diamond”. El broche a un concierto de una banda que siempre responde, dejando otro buen concierto a sus espaldas. Lo triste es que la gente se está cansando de verlos, sólo así se puede explicar la escasa asistencia de público.