lunes, 2 de noviembre de 2009

SLAYER "WORLD PAINTED BLOOD" (2009). Review by Heavy Metal Fire.


Han pasado tres años desde que Slayer vomitara su último álbum “Christ Illussion”. También han pasado tiempo desde que rompieran con su productor habitual, Rick Rubin. Ahora, con la producción de Greg Fidelman, pero con la discográfica habitual (American Recordings) retornan con la vitola de artífices de uno de los álbunes más esperados de este año 2009.

Poco a poco, dejaron caer temas por la red (“Phycopaty Red” y “Hate Overwide” fueron los primeros) hasta que por fin tenemos el álbum completo. Asimismo, Slayer también suministraba pistas de lo que se cocía, de los temas que estaban cocinando en el estudio de grabación. Esa orientación hacia un sonido más ‘blando’, más en consonancia de discos como “Season In The Abyss”, como aventuró Kerry King durante el proceso de gestación de este álbum, encuentra sentido en algún que otro tema. Si lo evaluamos de modo general, “Season In The Abyss” no sería sino una pequeña parte de la orientación musical de “World Painted Red”.

Lo que han conseguido crear Tom Araya, Jeff Haneman, Kerry King y Dave Lombardo no es otra cosa que un disco de Slayer que pasa por la piedra con un gusto exquisito diferentes etapas de la banda. Como en Slayer priman las dosis de metal extremo, en este disco nos inyectan otro viaje de Thrash Metal del bruto.

El disco se abre a golpes de batería, con Lombardo como protagonista y con unas guitarras sobre las que se alza un discurso. Son los primeros compases del tema homónimo del disco, “World Painted Blood”, que de inmediato nos atiza con una ola de riffs excelentes que van a empapar al oyente desde el primer tema. El recurso de las partes prácticamente habladas, muy al estilo Megadeth, tiene una vital importancia en esta pieza, que por cómo suena, podríamos enmarcarla en una ficticia época entre el “South Of Heaven” y el “Seasons In The Abyss”. Ha sido el tercer tema que ha precedido a la edición definitiva de este disco y por su carácter más ‘calmado’ podría haber quien pensara que Slayer se nos han vuelto más blanditos. El siguiente corte, “Unit 731”, disipa esas dudas con una lección de brutalidad. Cera puta. Lombardo aquí está inconmesurable.

“Snuff” arranca con unos solos vertiginosos que se diluyen cuando Araya acomete vocalmente en otra demostración de agresión sonora. Las guitarras andan muy finas y son de esencial importancia en una composición que, por estructura, difiere de lo que Slayer ha ido mostrándonos con anterioridad. Esta canción, consecuencia del interés manifiesto de King por el tema de las mentes criminales, versa sobre las películas denominadas ‘snuff’.

“Beaty Through Order” tiene una atmósfera similar a “Seasons In The Abyss”, pero a la larga se convierte en uno de los tipos de composiciones más manidas por Slayer, tanto que nos deja una sensación de ‘deja-vu’. Enfilan una sucesión de riffs de impronta propia y posee esos solos vertiginosos que cambian el ritmo de la canción cuando lo creen menester, siendo así como se remata este tema, con un violento estallido final de los instrumentos.

“Hate Worldwide” tiene esa potencia y esa velocidad típica en Slayer. Otra rabiosa demostración de que la edad no es óbice para descargar adrenalina como posesos. Y agárrate que “Public Display Of Dismemberment” es más iracunda aún, donde de nuevo Lombardo sienta cátedra en un tema en el que los solos vuelven a resultar importantes y en el que Araya se desgañita como antaño.

“Human Strain” vuelve a recordarnos la era del “Seasons In The Abyss” en su comienzo para luego tornar hacia sonoridades del metal americano más actual. De los que menos me han gustado. No puedo decir lo mismo de “Americon”, cuyo contagioso riff es el arma de destrucción masiva que guarda este tema. Sin duda el tema más comercial (o accesible) de un disco que nunca puede llegar a serlo.

El ya conocido “Phycopathy Red” es violencia, Slayer total. Puede que te recuerde a la imperecedera “Angel Of Death”, que no es poco. “Playing With Dolls”, recubierto en una aureola de pura demencia, es más actual, con un sonido más en consonancia con los nuevos tiempos del metal imperante en Norteamérica y definitivamente para mí, otro de los cortes más flojos, pese a que por momentos recupere la esencia de los verdaderos Slayer.

La descomunal tralla de “Not Of This God” es más acorde a los tiempos de “Reign In Blood”, aunque también hay momentos para darle un receso a esa velocidad, mostrando a unos Slayer más maduros. Con él, terminamos el repaso a la colección de temas de este nuevo trabajo de Slayer, aunque creo que me he saltado la balada.

Ya en serio, este álbum es los mejores de Slayer en toda su carrera, en el que musicalmente, miran de refilón a su imponente legado. Asimismo, participo de la opinión de que no han hecho nada mejor desde “Season In The Abyss”. “World Painted Red” es verdadera rabia, auténtico odio hecho música, puro Slayer; banda que pese a su veteranía mantiene firme y sólido el pilar que pudiera hacer tambalear el embate del tiempo: el de la agresión sonora.

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