viernes, 4 de septiembre de 2009

FIGHT "WAR OF WORDS" (1993).


Ya desde la época de "Turbo" a Rob Halford le rondaba la idea de hacer un disco en solitario paralelo a su trayectoria con Judas Priest. Pero no fue hasta acabada la gira de "Painkiller" cuando el vocalista de testa lampiña emprendió su nuevo camino, mas para desgracia de muchos fans, fuera del seno del grupo que le encumbró como 'metal god'.


Halforld lo tenía claro cuando dejó Judas Priest. Conocía la senda por la que guiar sus pasos y ya en 1992 tenía perfilada la formación que le iba a acompañar en esta su nueva andadura musical a la que bautizó como Fight. Una banda muy joven preparada para la lucha que excluyendo a su compañero en la batería de Judas Priest, Scott Travis, ronda la veintena: son el guitarrista Brian Tilse (19), el bajista Jay Jay (22) y el otro guitarrista Rush Parrish (21). Los dos primeros procedían de Cyanide, una banda de Arizona, y el último es californiano. Se metieron en el famoso estudio Wisseloord de Holanda en vistas a la grabación de un álbum que aún no tenía el respaldo de ninguna discográfica. Es por esto que el propio Halford tuvo que pagarse las facturas de su bolsillo al no tener un contrato asegurado hasta que Epic se hizo cargo de todo y el vocalista tuvo que despreocuparse de ese asunto. De lo que sí quiso hacerse cargo fue de la producción, en la que formó equipo con el ingeniero Attie Bauw.


En 1993 vería la luz “War of words”, un trabajo de auténtico metal con toques modernos que le daba un aire diferente a lo que venía presentándonos con Judas Priest. “Into the pit” es un feroz corte muy a lo “Painkiller”, “Nailed to the gun” es una explosión metálica que corta la respiración... y así hasta doce temas que, en general, muestran las ganas de caña de una joven banda liderada por un zorro viejo. Doce canciones que rozan el thrash con la característica voz y presencia de Rob Halford. Sólo un pequeño respiro en el medio tiempo “For all eternity” y en la experimental “Little crazy” que es la más rocanrolera y que parece no cuadrar del todo en el esquema del álbum. Curiosamente, este fue el primer single que se extrajo, seguidos de la citada “Nailed To The Gun” y de la también metálica “Inmortal Sin”.


“War Of Words” es, y será siempre, una de los obras más reseñables de Rob Halford fuera de Judas Priest.

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