miércoles, 8 de julio de 2009

FESTIVAL DEL OESTE, Recinto Hípico, Cáceres, 02-07-09. Parte I.


Este festival veraniego surge como respuesta a la desaparición del Extremúsika de la capital cacereña. La productora Avallekas se va con la música a otra parte (Mérida) y el empeño del ayuntamiento por mantener la llama de un festival rockero en la ciudad se tradujo en la búsqueda de apoyo en una empresa promotora (Krea Música) para que acometiera la tarea de redondear un cartel de garantías.

Como era de esperar, en pleno mes de julio el calor aprieta. No era de extrañar pues, que la gente apañada se ataviaba de todo tipo de artilugios para combatir las embestidas de Lorenzo, desde pérgolas o ‘chofardos’, sombreros de paja, protecciones solares varias, hasta un piscina portátil sita en la zona más soleada del camping. Me pregunto de dónde sacaron el agua para llenarla (¿?). Sospecho que el camión cisterna que se dedicaba a regar los aledaños de escenarios y barras tuvo algo que ver. La mayoría de los mortales que acamparon no dudaron en hacerlo en la zona arbolada, evitando así el suplicio que pudieran causar las altas temperaturas a media mañana. Por otro lado, tanto dentro del recinto de conciertos como en la zona de acampada se habilitaron sendos microclimas, imprescindibles y refrescantes.


En suma, todo estaba muy a mano y bastante bien organizado, pero también hay cosas que no me gustaron. Mi primera pequeña decepción surge al ver los horarios. En un festival donde tocan ciento y la madre, y en el que poco más de una decena de bandas me atraen especialmente, hay varias que me tengo que perder por coincidir con otra de mi agrado. De modo que las bandas que no pude presenciar parcial o totalmente he tenido que dejarlas fuera de la crónica y, lo que es peor, disfrutar de su directo.


Otro detalle feo es que en el cartel promocional ciertas bandas aparecieran fechadas para cierto día y luego actuaran otro. Más de uno no fue el jueves por eso. Además, la web del festival podía estar más currada, pero en fin, esto es una constante en casi todos los festivales.


La crónica del Festival del Oeste la voy a centrar en las bandas que casan con el concepto de este blog, es decir, las bandas de Hard Rock y Heavy Metal.


Cáceres, jueves 2 de julio de 2009, los platos fuertes del día se servían a las tantas de la noche, aunque antes tuvimos ocasión de disfrutar de alguna banda de versiones. La primera que despertó mi interés fue DR. SNAKE. Dado que tenía que perderme a Atlas, al menos me quedaba el consuelo de poder ver a Manolo Arias con su banda de tributo a Whitesnake. El año pasado ya estuvieron en el mismo escenario dentro del marco del Extremúsika siendo uno de los grupos que se pudieron ver medianamente en condiciones debido al temporal. Algo más de media hora en la que descargaron temas como “Give Me All Your Love”, “Walking The Shadow Of Blues”, “Sweet Satisfaction”, “Crying In The Rain”, “Fool For Your Loving”, “Here I Go Again” y “Still Of The Night”.



La curiosidad me movió a presenciar otro espectáculo en el escenario del forillo de Amstel, el de los GANSOS ROSAS, una banda que homenajea a Guns N´Roses. Pese a que mucha gente se las piró para ver a Barricada, sorprendieron al público con su calidad y el sentimiento que ponían en cada interpretación. “November Rain”, “You Could Be Mine”, “Sweet Child O´ Mine”, ”Knockin´ On Heaven´s Door” y el final con la emblemática “Paradise City”, fueron algunos de los momentos memorables de una banda que supuso para mí todo un descubrimiento.








Después de dar por cumplido el sueño de muchos fans de Barón Rojo concediéndoles la oportunidad de verle tocar de nuevo en la banda de los hermanos De Castro, José Luis Campuzano, Sherpa, retoma los escenarios con su banda en la que también se encuentra el mítico batería Hermes Calabria.


En el repertorio, como era de esperar, tendrían gran cabida los temas de Barón Rojo, así como un vistazo a su corta carrera en solitario.


Empiezan con “Cómico Cósmico”, un tema que no me parece idóneo para arrancar un show y sí “Guerrero Del Desierto”, que fue su continuación. A vueltas con el pasado, no tardan los primeros recuerdos de Barón Rojo: “Son Como Hormigas” y “El Malo”. Pero son temas que Sherpa no toca ni con la mitad de chicha que sus ex compañeros. En ocasiones da la impresión de que le pesa el bajo. Siguiendo con el repaso, no podía faltar el tema más emblemático de su etapa en solitario “Flor De Invernadero”. “Al Centro Del Corazón” significó toda una declaración de intenciones en su día y lo sigue significando y más cuando le suceden “El Barón Vuela Sobre Inglaterra”, “Campo De Concentración” y “Concierto Para Ellos”. Llega ahora el momento en el que en una ligera pausa José Luis Campuzano, siempre con su talante correcto y educado, aprovecha para agradecer a los organizadores su elección para este evento.


Los compases finales del concierto fueron de lo mejor, siempre con las canciones de Barón Rojo como referente. No creo que sea necesario explicar las sensaciones que crea “Hijos De Caín”, pero lo más aplaudido de la actuación de Sherpa fue el apoteósico final con “Los Rockeros Van Al Infierno”.


En líneas generales, fue un concierto correcto, pero sólo eso. Asimismo, reseño un dato: se olvidó que después de de “Guerrero Del Desierto” sacó otro álbum. A mí no me parece tan malo como para ser ninguneado, de hecho considero que un tema como “Ajedrez Mortal” es de lo mejor que ha compuesto en los últimos años. Él verá el valor que le da a su carrera en solitario.


Cáceres disfrutaba ahora de la renovada formación de Obús, que cuenta ahora con Pepe Bao al bajo y con Carlos a la batería, más la sempiterna columna vertebral formada por Fortu y Paco, a las voces y a la guitarra, respectivamente. Horas antes de la actuación del grupo madrileño comenzó a correr el rumor de una posible suspensión. La causa: un esguince sufrido por Pepe Bao. Paticojo y todo tocó el tío, aunque ciertamente se movió bien poquito.


Ya es la enésima vez que uno ve a Obús y la sensación que queda algunas veces es más grata que otra. Pueden hacer conciertos mejores y peores, pero desgraciadamente esta vez el sonido les jugó una mala pasada casi todo el show. A pesar de todo esto, Fortu sigue demostrando que tiene más tablas que un carpintero, una voz encomiable y una forma física envidiable para su edad. Del mismo modo, al grupo en su extensión se le ve acoplado y lo que pudo ser otro concierto para el recuerdo se convirtió en uno para olvidar.


Comienzan con “Necesito Más” y desde el primer instante los problemas técnicos se ceban con la banda. Los primeros párrafos eran totalmente inaudibles. Solucionado el problema, continuaban con “La Raya” aunque el sonido seguía sin ser el apropiado. “Más Que Un Dios” fue la primera referencia a su discografía más reciente a la que no hicieron mucho caso, la verdad. Con “Autopista” a Fortu se le puso ‘morcillona’ demasiado rápido, síntoma de que la banda no estaba del todo a gusto sobre el escenario, debido seguro a los problemas acústicos. “Pesadilla Nuclear” y “El Que Más” son dos verdaderas bombas en vivo, que gracias a la entrega del público y la experiencia y el carisma de Fortu Obús supo sacar adelante con éxito pese a las adversidades. Ahora le toca el turno a “Juego Sucio”, pero el colmo del despropósito llegó después con el apagón en “Te Visitará La Muerte”, momento en el que Fortu aprovecho tres segundos para despotricar contra… (si en ese instante no le hubieran cortado la voz del micro, lo hubiéramos sabido). Parece que de inmediato algo se hace para desenfurruñar al frontman de Obús, porque retoman la actuación con un sonido espléndido. “Sólo Lo Hago En Mi Moto” suena nítida. De repente, en la recta final del show todo suena casi perfecto. Nos miramos estupefactos como diciendo ‘¿qué ha pasado aquí?’ Y no, no es un espejismo. “Que Te Jodan”, “Dinero, Dinero” y la inmortal “Vamos Muy Bien” pusieron el colofón a una accidentada actuación con un sonido inmejorable. Es lo que hubo.


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